Cristofer y Bella se gustaron desde el primer momento en el que se vieron y esa química fue protagonista durante toda su cita, sobre todo, cuando comenzaron a hablar sobre lo que habían estudiado. Un tema que, a priori, no provocaría un calor especial, hizo que subiera la temperatura entre los dos comensales.
“He estudiado un curso superior de quiromasajista”, comentó Bella, a lo que Cristofer, con una sonrisa pícara contestó: “Nos vamos a llevar muy bien entonces, porque a mí se me dan muy bien los masajes y me encanta que me los hagan también”. Además, el tema iba mucho más allá, ya que no solo le gustaban los masajes, es que tiene uno estrella:
“Es una cosa que suelo hacer yo desde pequeñito, un tipo de masaje que comienza por el trapecio y sube hacia arriba, que da unas cosquillas y un gusto…”. Y para demostrar su habilidad, no dudó en hacerle uno allí mismo a Bella, que a él le dijo un “se disfruta”, pero en privado confesó que “podría hacerlo mejor, ya le enseñaré unos truquitos”.