‘First Dates’ recibía en su restaurante a dos opositores a policía, Cristina y Borja, que estaban deseando encontrar el amor. Ella, tenía muy claro lo que buscaba en una pareja: “Alguien que tenga las ideas claras, que sea compatible conmigo, porque con las oposiciones no tengo tiempo para nada”. Pues dicho y hecho. Borja llegó nervioso, pero nada más ver a su cita se relajó: “Venía preocupado, pero la primera impresión ha sido muy buena”.
El feeling era evidente, la conversación fluía sin problema, ambos se contaron sus relaciones pasadas y se hicieron algunas confesiones: “Pienso que la cama es importante, no sé para ti”, decía Borja, a lo que Cristina asentía: “Sí, es básico en una relación”.
Como en toda relación, también hubo cosas en las que no estuvieron de acuerdo, como era el tema de los niños: Borja quería ser padre, pero Cristina tenía claro que no: “Para estar con ellos un rato sí, pero para ser madre no me veo, la verdad. No me gustan en general, no me caen bien y creo que no les caigo bien a ellos”
Pese al desencuentro su buen rollo y su sintonía era tal, que supieron respetar la opinión del otro y avanzar con la cita que apuntaba al éxito hasta que llegó el momento de pagar. Borja quiso invitar a Cristina, pero ella no lo permitió: “Odio que me inviten, es por un tema feminista más que nada; o pagar a medias o primero pagar yo y luego él la siguiente vez. No creo que me deba invitar por ser mujer”.