“¡Qué barbaridad! ¡Qué ejemplar! y ¡Qué bonito! Y lo que me ha hecho el cuerpo, me ha pegado un tembleque, una sacudida”, ha asegurado Roger al sentir como Fina le daba un abrazo de los de verdad, de los que unen corazón con corazón y te dejan sentir a la persona que tienes enfrente.
Roger se ha defino como “puro amor” y Fina como “una sonrisa constante”, los dos ingredientes perfectos para que entre ellos surgiera el amor. Pero no un amor cualquiera, un amor de los de verdad, de los que nacen del corazón y ven más allá de lo que alcanzan a ver los ojos.
Antes de terminar de cenar y bailar su primera bachata juntos, Fina le ha confesado a Roger que la estaba enamorando y él le ha soltado un viceversa, y eso que todavía no había sentido el latir de su corazón. Fina le ha pedido que se dieran un abrazo, pero no cualquier abrazo, uno de los de verdad, de los que unen “Corazón con corazón y que duren mínimo diez segundos”.