Solete buscaba a un hombre que le hiciera sentir para siempre las mariposas en el estómago y se ha encontrado con un asturiano que de momento, le ha hecho reír, que no es poco. Sí, entre asturianos y vascos hay un no sé qué, que qué se yo.
La cena de Solete y José ha estado marcada por el buen rollo y la conexión, pero ella no ha encontrado la chispa que buscaba en un hombre hasta que José se ha soltado hablando de sexo y le ha hecho reír. Al preguntarle si era un hombre apasionado él le ha respondido con un “soy asturiano”. Ella ha hecho lo propio con un “y yo soy vasca” y José ha rematado la jugada “Tú levantas la piedra y yo la empotro”.
Solete no ha podido contener la risa y se ha dado cuenta de que eran los nervios y en realidad estaba cenando con un asturiano muy divertido. José se ha interesado por su peinado de estilo manga y ella le ha explicado el por qué “Los moñetes son para agarrar, para el empotramiento”.