Kevin es un joven de 21 que ha aceptado que “la vida es un continuo sufrimiento”, pero no pierde la esperanza de encontrar el amor y, por ende, la felicidad (o la ausencia de dolor, que ya le sería suficiente). First Dates le ha presentado a Laura, una chica distinta a la que le gusta la moda urbana y la EMO, pero que no alcanza, ni de lejos, su nivel de peculiaridad.
En su cita ha sido completamente él mismo, y le ha trasladado a su chica todas sus dudas existenciales, como el sentirse desapegado de la realidad, creer fielmente en los signos del zodíaco o la contradicción de dejar la carrera de filosofía pero no poder dejar de filosofar.
Su teoría sobre los discípulos y los maestros ha sido lo más raro que Laura ha escuchado en su vida y, con este argumento, le ha dicho en la sala de la decisión final que no quiere una segunda cita con él. En el fondo, a Kevin, que le llamen “raro” no es algo que le haya sentado mal.