Susana y Manuel no ocultaron para nada su orientación política desde el comienzo de su cita. “Yo soy muy abertzale, de extrema izquierda”, aseguraba él ante el interés de ella. “Yo de extrema derecha”, replicaba Susana. “No me jo***. A ver que una cosa no quita la otra. Tu eres de Vox, ¿No?”, decía Manuel que parecía quitarle importancia a la enorme diferencia.
“Mi familia siempre ha sido de derechas, muy de extrema derecha, mi abuelo era guardia Real de franco. En mi casa han sido muy franquistas, mi madre y mis tíos han mamado siempre lo del ‘cara al sol’ y a mí me ha llamado siempre la atención”, explicaba la comensal orgullosa.
“Yo soy mucho de Abascal… además, tiene un polvo… Esta muy bueno”, le comentaba sin reparos a su cita. “Pero qué dices, con esas barbas, ¿dónde va?”, bromeaba él.
Y pese a decirle a Susana que esa diferencia no importaba en reiteradas ocasiones, ante la cámara Manuel reculaba. “Sinceramente, si me echa un poco para atrás… el rollo Vox me echa muchísimo para atrás, muchísimo.
Y claro, ella estaba convencida que, pese a sus diferencias políticas, en la cita había habido mucho “rollo”, y en la decisión final se llevó un tremendo chasco. “Has sido un poco falsete… esos son los prejuicios”, le espetaba ella visiblemente enfadada.