Iván y Bea son dos personas muy sentimentales, que se dejan llevar por las emociones. Esa forma de ser tan parecida podría haberles acercado mucho, pero durante su cena descubrieron partes del otro que hicieron que su relación no diera un paso más allá.
Él se considera una persona celosa, pero sin llegar a niveles enfermizos. “Si veo que estás con alguien y parece que hay un poco de tonteo pues el mosqueo sí me lo cojo”, explicó. A su pareja de esta noche le pareció bien porque ella también lo es… aunque parece que de forma un poco más extrema. “Soy muy celosa, a veces demasiado, intento controlarlo. A veces son unos celos enfermizos, me pongo muy tóxica”, desveló Bea.
La joven muy sincera y le dijo a su cita cómo se considera a sí misma para que, en el caso de decidir conocerse más, que no se lleve ninguna sorpresa. “Busco una persona que me sepa llevar porque a mí es muy difícil saber llevarme. Soy muy celosa y bastante insoportable”, contó. Además se definió como “muy bipolar, o estoy muy bien o estoy muy mal”.
Cuando llegó al hora de verdad, Bea e Iván tenían muy clara su decisión. Bea había estado muy cómoda en la cena y le gustaría seguir conociendo a su pareja de esta noche… pero él no fue de la misma opinión. “En personalidad chocamos en muchas cosas y podría ser un problema para la convivencia”, se excusó Iván al decir que no.