Antonio protagonizó uno de los inicios de cita más dulces de la historia de ‘First Dates’ al llegar con un algodón de azúcar. Pero no era en plan romántico, que también, sino para mostrar el orgullo que siente por su profesión: “Como mi trabajo nadie lo entiende… Soy hijo de feriante y algodonero”.
El feriante contó que pese a que “mi familia piensa que soy gay, pero en realidad soy bisexual, aunque ellos no lo saben. Conseguí que aceptaran que era homosexual, como para contarles ahora que soy bisexual…”.
Esta situación la entendía a la perfección Alejandro: “Lo que pasa es que yo solo me he enamorado de una mujer”, explicaba y añadía: “Mi mujer me sacó del armario de la mejor forma posible, somos padres de dos niños y queremos lo mejor para ellos”.
Entre charla y charla, Antonio le contó a Alejandro que es vegetariano: “Me da mucho asco ver un filete, yo es que veo ahí a mi mascota hecho trozos”. Y hablando del estilo de vida presente llegaron a un trauma del pasado, también de Antonio: la edad.
El feriante se negó a decir su edad a Alejandro, pero según él tenía justificación: de pequeño una chica accedió a salir con él porque pensaba que era mayor, pero cuando se enteró que era un año menor que ella le dejó. “Siempre me echan más años”, se lamentaba.