Víctor, un psicólogo que se considera muy peculiar, es el siguiente soltero en pasar por el restaurante del amor de 'First Dates' para encontrar a su media naranja. Considera que nunca deja a nadie indiferente, ya sea tanto para bien como para mal. "Tengo un mundo interior de la leche. Mejor que yo no se conoce nadie y te aseguro que es así, pero no se lo muestro a cualquiera", detalla al programa.
El soltero cuenta a Carlos Sobera que, de fiesta, es muy estrecho y que es en la intimidad cuando puede soltarse un poco más. Además, Víctor explica al presentador que le gustan personas de su estilo, que sean bastante risueñas. En cuanto Carlos Sobera escucha todo lo que necesitaba por parte del soltero, se dirige a la entrada del restaurante para dar la bienvenida a Abel, un responsable de comunicación madrileño al que asegura que le encanta ir de chándal.
"No es mi tipo. Creo que me gusta otro tipo de chico. No es que tenga un prototipo en sí, pero si tengo que decirlo, serían más altos, con los ojos azules, el pelo rubio...", cuenta Abel a las cámaras del programa nada más conocerse. Además, el soltero asegura "en petit comité" que se ha quedado locamente enamorado de un miembro del equipo de 'First Dates': "El que me ha puesto el micro, la verdad que yo estoy enamorado de él".
"Me he quedado súper extrañado cuando me ha dicho eso de que se ha quedado tieso. Me sonaba como a cadáver. No me gustan tanto piercings en la cara. A lo mejor me gustan un poco más pijitos... No sé, es un conjunto. Lo que es el envoltorio de primeras, no me ha gustado", desvela Víctor a las cámaras del programa. Parece que la chispa del amor no ha fluido entre ellos. Sin embargo, tratarán de darse la oportunidad perfecta para cenar y llegar a conocerse un poco más.
En cuanto están sentados en la mesa, la conversación que mantienen al principio es un poco fría y "tiesa", justo como había descrito Abel nada más llegar al restaurante. "Se le ve a la legua que es un buenazo. Que es buena gente", desvela Víctor a las cámaras del programa.
Sin embargo, la situación entre ellos se empieza a tornar un poco diferente en cuanto descubren que ambos son dos personas totalmente diferentes. Víctor es un chico más reservado y Abel más alocado: "No entiendo que diga que no se ha liado con alguien de fiesta. Todos nos hemos dado un pipazo con una amiga de fiesta. Todo el mundo", detalla Abel. Además, también chocan en muchos gustos, como los horóscopos. Parece que la cita no va a ir a buen puerto.
En cuanto los dos terminan de cenar, se reúnen para dar su veredicto final y ver si realmente ha surgido el amor entre ellos. Sin embargo, en cuanto Víctor decide si tener o no una segunda cita con Abel, el soltero no querría volver a quedar para conocerse más porque no le ha parecido su prototipo de chico ideal. Sin embargo, aunque el amor no haya triunfado, sí que lo ha hecho la amistad, puesto que ambos se han prometido tomar unas cervezas como amigos.