Un soltero, fascinado con su cita en la sala privada de 'First Dates': "Lo dio todo..."

Marina, una administrativa madrileña de 33 años, es la siguiente soltera que acude al restaurante del amor de 'First Dates' para ver si consigue encontrar a alguien que se compenetre con ella y puedan compartir muchas experiencias. No se plantea tener hijos y cree que suele "caer mal" porque tiene mucho carácter y es muy sincera.

En cuanto se sienta a la barra del restaurante para hablar con Carlos Sobera, la soltera se encuentra muy nerviosa. Tanto, que pide únicamente un vaso de agua para entablar una conversación con el presentador. Desde hace seis años, y a raíz de su soltería, Marina se considera una mujer "cis y bisexual" y recalca que no quiere tener hijos porque considera que es una "responsabilidad muy grande" y le parecen "insoportables".

Marina busca una persona que sea sincera, simpática, que le gusten los animales. "Yo si me parece un peñazo, pues hasta luego, Mari Carmen. Si ya no me atrae físicamente, pues hasta luego Mari Carmen. Pobre las Mari Carmen de España", cuenta la soltera a las cámaras de 'First Dates'.

Carlos Sobera, en cuanto escucha todo lo que busca Marina para volver a encontrar el amor, se dirige hasta la entrada del restaurante para presentar a Eduardo, más conocido como 'Duque' y la cita de la administrativa madrileña. Es bailarín urbano y artista "multitask".

El presentador se queda asombrado por el mostacho al 'estilo Dalí' que tiene el soltero y Marina también parece haberle sorprendido el físico de su cita: "Me flipan los bigotes". Tras esto, ambos se dirigen hacia su mesa para empezar la cena para conocerse aún más.

Una vez en la mesa, tanto Marina como Duque tienen el momento perfecto para descubrir si entre ellos puede surgir esa chispa del amor tan característico de 'First Dates'. La soltera descubre que su cita es bailarín de Hip-Hop, y Marina decide comentar en la cena que ella es "arrítmica". "Yo soy malísima bailando. Pero bueno, a mí que tenga sus hobbies y yo los míos, genial. Así no tenemos que bailar todos los días juntos. Qué coñazo", comenta a las cámaras del programa.

Sin embargo, ambos coinciden mucho en la capacidad creativa que tienen. Marina cuenta a su cita que tiene una gran cantidad de herramientas con las que explotar su imaginación y Duque, muestra su opinión al respecto: "Mi padre hace algo igual de parecido y, siento que, poder hacer eso, es un superpoder".

Además, ambos parecen fluir muy bien en cuanto descubren que tienen un punto de vista de la vida muy similar. "Para mí, que Marina tenga una filosofía más poliamorosa lo encuentro muy 'cool' porque estamos hablando un lenguaje muy parecido", detalla el soltero a las cámaras de 'First Dates'. Parece que la chispa del amor está empezando a brotar con intensidad en la cena.

En cuanto terminan de disfrutar de una cena llena de coincidencias, Marina y Duque se dirigen a la sala privada de 'First Dates' para ver si consigue fraguar esa pasión que tienen entre ambos. El bailarín, en cuanto escucha una de sus canciones de Hip-Hop favoritas, muestra sus pasos de baile a su cita y la soltera se anima a aprender de él, dando lugar a una de las escenas más bonitas del programa. "Lo dio todo. Si lo hizo porque fue su primera experiencia tratando de aprender", cuenta a las cámaras de 'First Dates'.

La cita llega a su punto más caliente en cuanto empiezan a jugar con besos húmedos. Duque, en cuanto descubre el término 'beso de vaca', le propina un potente lametón en la mano de su cita. Sin embargo, a Marina le produce un poco de "asco" las babas, por lo que no duda en limpiarse las manos tras el amoroso gesto del bailarín.

Durante toda la cita, tanto Marina como Eduardo han fluido a las mil maravillas. Ambos han descubierto que son la pareja que andaban buscando y parece que la chispa del amor ha brotado con mucha fuerza. Por lo tanto, la auxiliar administrativa y el bailarín decidirán verse las caras en una segunda cita para conocerse aún más.