Una soltera, muy incómoda con su cita nada más verse: "Ha hablado él solo y de su mujer"
Fausto, un peluquero valenciano jubilado tendrá como cita a Concha, una enfermera jubilada
"Me ha dicho que le lloran los ojos y se las ha puesto", Concha se queja sobre las gafas de sol de Fausto
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Fausto, un peluquero valenciano jubilado de 82 años es el próximo soltero que viene a encontrar a su media naranja al restaurante de 'First Dates'. Es cariñoso como "un osito de peluche" porque le encanta el "contacto femenino" con una mujer. También le gusta el baile, salir de copas, ir a pasear e ir siempre acompañado.
Fausto busca una mujer "guapa, bien presentada y elegante". Además, confiesa a las cámaras del programa que le parece fundamental que las señoras que conozca tengan "un buen físico".
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Concha, una enfermera jubilada de 75 años será su cita. Una señora con mucha autoestima, que se preocupa mucho en cuidarse y que adora ser ella misma. "Como soy muy agradable y muy simpática, cuentan conmigo para las comidas, las cenas, para salir, para entrar... porque siempre hago buenas reuniones y todo el mundo me aprecia", cuenta a las cámaras de 'First Dates'.
Nada más verse e intercambiar un par de besos, Fausto lanza un par de piropos a Concha. Sin embargo, el soltero se sincera a las cámaras del programa para contar que su cita no es de su tipo. Por parte de la enfermera jubilada, el peluquero le parece "bajito", aunque es de buen ver.
En cuanto se sientan para cenar, a Concha le llama la atención que su cita no se quite las gafas de sol. Fausto cuenta que es porque tiene "deterioro de la retina" y las lleva siempre. Sin embargo, a la soltera parece no darle mucha importancia y quiere ver los ojos del peluquero jubilado: "Me ha dicho que le lloran los ojos y se las ha puesto", cuenta muy decepcionada Concha.
Fausto empieza a hablar de su difunta esposa y la vida que ha pasado en Inglaterra a Concha para que así se puedan conocer un poco más. Sin embargo, a la enfermera jubilada tampoco le parece gustar ese tema de conversación: "A mí no me gusta que me hablen de su mujer, porque yo tampoco he hablado de mi expareja. Yo venía a conocer a un señor a que él me hablase de sus cosas, de sus sentimientos, sus inquietudes. Como yo a él. Pero que no me nombrara todo el rato a su mujer".
"A mí me ha cortado de ser yo como soy y de seguir preguntándole porque ha hablado él solo y solo de su mujer", cuenta muy molesta Concha a las cámaras de 'First Dates'. Por parte de Fausto, esperaba que Concha fuera un poco más "carisma, cariño y más abierta".
Fausto miente a Concha con la edad que tiene y su cita parece creérselo: "Me parece muy bien los 68 años que tiene", cuenta a las cámaras del programa. El soltero piensa que la enfermera se considera como "una diosa", pero Fausto asegura que no lo es y la ve "muy de pueblo". Se nota que no ha saltado la chispa del amor desde la primera vez que se vieron.
Fausto y Concha rematan su cita acudiendo a la sala privada del restaurante para tomarse el poste. El soltero le explica su peculiar problema que tuvo en "el ano" con el queso y Concha se queda estupefacta y desvela a las cámaras que la conversación que han tenido ha sido "muy superficial".
La decisión final de Fausto y Conchi en 'First Dates'
La cena de Fausto y Concha ha estado llena de mentiras y falsas proposiciones. Ambos han dicho que se gustaban, pero el soltero ha contado que no mantendría una relación seria con ella. La enfermera, por su parte, le dijo que también le parecía atractivo porque, si él le dijo que le gustaba, ella también por "no hacerle el feo". Estaba claro que, en cuanto se reunieron para responder a la pregunta de si volverían a mantener una segunda cita, ambos se rechazarían mutuamente.