La intensidad se apodera de Pablo en su cita con Sabrina: "No me quiero separar de ti"
Pablo tiene un detalle de lo más romántico con su cita y Sabrina queda encantada
La soltera le enseña a bailar bachata en su momento a solas en el reservado de 'First Dates'
El lapsus geográfico de un soltero deja sin palabras a su cita: "¿Móstoles está en el norte?"
Pablo, de 39 años es analista de datos, llegaba a 'First Dates' con ganas de conocer el amor y es que aseguraba que desde pequeño siempre ha querido tener una relación seria y formar una familia.
El romántico detalle de Pablo con Sabrina en su cita
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Este llegaba al restaurante con un regalo para su cita, un oso de peluche y una nota de lo más romántica: “Gracias por la confianza y te prometo que no te voy a fallar, cuando me conozcas de lo que realmente puedo aportar como pareja”. Como también explicaba el motivo por el que hacía esto: “Me duele que la gente no me quiera conocer por verme directamente y con estas palabras quería indicarle que bucase en el fondo de mi corazón. Soy buena persona, muy fiel, pero he tenido muy mala suerte en el amor”.
Este regalo iba a ir directo para Sabrina, de 36 años y farmacéutica, que se define como una persona muy tímida a la que le cuesta mucho socializar. Y, es que, nada más entrar en el restaurante Pablo alucinaba al verla: “Ha entrado un ángel dentro”. “No estoy acostumbrada a tener este tipo de detalles y estoy un poco tensa cuando me los dan”, decía ella, como también nos contaba que era algo que le había gustado mucho: “Sin conocerme y traer el detalle del oso y la nota me ha parecido espectacular, no todo el mundo lo hace”.
Comenzaban a cenar y, a parte de hablar de intereses y contar un poco cómo es su vida, ambos hablaban del tema de la familia. “Si tuviéramos ver una relación podríamos casarnos y luego ir viendo poco a poco”, le decía Pablo, tras lo que confesaba estar muy nervioso.
Poco a poco, según iba yendo a más la cita, Pablo mostraba el gran interés que tenía en su cita y en la pena que le daba pensar que esto podía terminarse aquí: “Estoy aquí muy bien contigo, no quiero que acabe”. “Sé que tenias muchas ganas de que esto no terminase nunca, pero este es el final de una cita, pero el principio de algo mejor”, le tranquilizaba ella.
Ambos se daban muestras de cariño cuando estaban a solas, como Sabrina le enseñaba a bailar bachata, algo a lo que él no estaba para nada acostumbrado: “Si consigues esto puedes conseguir de todo conmigo”.
La decisión final de Sabrina y Pablo
Además, ellos en el reservado de nuestro restaurante terminaban dando a los interruptures con los que se apaga la luz y tenían intimidad total, momento que aprovechaban para abrazarse y mostrarse cariño.
Y, llegaba el momento de la decisión final, pero antes este decidía invitarle y pagar la cuenta con el objetivo de tener una segunda cita. “No me interesaría tener una segunda cita contigo porque no me quiero separar de ti”, decía un Pablo que tenía muy claro seguir conociendo a Sabrina y, ella, aunque con menos intensidad se mostraba receptiva a tener una segunda cita: "Quiero tener una segunda cita, estoy dispuesta a ello. Creo que hemos tenido mucha conexión, tenemos puntos en común y me pareces un chico encantador".