El sufrimiento de una soltera de ‘First Dates’ por ser zurda: “Me han dado muchos palos”

Eladio ha llegado a ‘First Dates’ con un tarrito de miel en la mano. Carlos Sobera ha tenido el deseo de que fuera para él, pero el soltero la había traído para su cita. Tiene muchas colmenas y se encarga de hacer su propia miel, además de cuidar su huerto. Lleva solo casi 30 años y aunque ha tenido algún rollito, no ha encontrado nada serio “me gusta mucho entrarles”. Le gustaría que su cita sobre todo sea “persona”.

Pilar, su cita, ha sido técnico sanitario durante muchos años y ahora vive la vida intensamente “de Tenerife a Zaragoza”. Lo más surrealista que le ha pasado en la vida ha sido casarse cuatro veces “dos de ellas con el mismo, todos cometemos errores”. Eladio ha comenzado a conocerla con un “para que te endulces la vida” y entregándole el tarro de miel, algo que a ella le ha parecido un detallazo que ha querido corresponder “yo escribo libros y este es uno autobiográfico mío”.

La cita ha comenzado hablando de sus lugares de origen. Eladio le ha dicho que él era de La Rioja y que había sido enfermero en Valladolid muchos años. Ella le ha dicho que también había sido sanitaria “yo te hubiera ayudado a poner los goteros”, y que ahora vivía entre Tenerife y Zaragoza porque allí encontró la paz cuando se rompió los dos brazos. Le ha explicado que cuando se recuperó comenzó a escribir y que le gustaba mucho estar entretenida.

Pilar no ha visto de primeras un latino superatractivo, pero estaba encontrando en Eladio a un tipo muy agradable y con cierto atractivo. A él, también le estaba gustando que ella fuera una mujer que también tenía almendros y a la que le gustaban las tareas manuales.

Eladio le ha dicho que estaba divorciado desde hacía muchos años y que tenia una hija, pero que no había vuelto a tener contacto con ella desde que fue mayor de edad “yo estaba muy pendiente, pero cuando se hizo mayor de edad le dije que ella vería…”. A Pilar le ha parecido muy triste que no tuvieran relación porque ella tuvo sus más y sus menos con su hijo mayor, pero jamás dejaron el contacto.

Pilar come muy despacito y Eladio se ha dado cuenta de que era zurda, pero ella le ha dicho que escribir, escribía con la derecha porque en su época no le dejaban ser zurda “me decían que era tonta y con cinco años, te lo crees”. Al padre de Elodio le llamaban el zurdo y él sabía muy bien de lo que estaban hablando. La conversación les estaba resultando muy agradable a ambos.

La soltera le ha confesado que ella no era de “Aquí te pillo, aquí te mato” y Eladio le ha dicho que ya no estaban en edad de eso “de joven era llegar y meter, pero ahora es jugar y dar gracias”. Pilar lleva tiempo sin tener sexo, pero no es algo que le importe demasiado “conozco a gente de mi edad que no sabe lo que es un orgasmo”. A la soltera le ha extrañado que Eladio llevara bastante tiempo también de sequía porque le veía un hombre atractivo, algo que a él no le estaba pasando.

El soltero estaba contento con la conversación, pero… “No me ha gustado el físico, yo pedí una mujer delgadita y con la cara redondita”. En el momento de la decisión final, Pilar le ha dicho que sí y él le ha correspondido, pero “para tomar un café y conocernos más como amigos”. El soltero le ha reconocido que le había caído muy bien, pero que no le había llenado el todo.