Cómo y cuándo contarle a tu cita que tienes hijos

Encontrar el amor no siempre es sencillo y lo es todavía menos cuando no solo tenemos que pensar en nosotros mismos y cómo cambiará nuestra vida en caso de tener una relación, sino que tenemos que pensar también en nuestros hijos. Encontrar a alguien parece que es todavía más complicado porque tiene que encajar en la dinámica de más personas. 

Además, también tiene que ser alguien que acepte que su pareja tiene una responsabilidad mayor, pues otras personas dependen de ella. No todo el mundo se siente cómodo saliendo con una persona que tiene hijos, no todo el mundo reacciona bien al saber que su cita los tiene, también puede suponer un gran cambio en la dinámica de la posible pareja si la persona con hijos ya no planea tener más… 

No siempre es sencillo saber cuándo es el mejor momento para compartir esta información, tampoco suele estar muy claro cuál es la mejor manera de hacerlo, pero sin duda la sinceridad puede ser la mejor herramienta para que la situación no se convierta en incómoda para nadie. 

Cuándo contarle a tu cita que tienes hijos (y cómo hacerlo)

Cada persona es diferente y es importante que la información que demos sobre nosotros mismos y nuestra vida sea de la forma y en el momento en el que nos sintamos confortables haciéndolo, no hay una norma que se pueda aplicar a todos los casos. Dicho esto, las personas con hijos que buscan el amor, tienden a contarlo lo más pronto posible porque, en muchas ocasiones, no hacerlo les hace sentir como si mintieran a la otra persona. 

También es una forma de saber cuanto antes si la relación que aspiran a tener puede tener un futuro, porque hay muchas personas para quienes un hijo (de su cita) es un impedimento. Algunos no quieren esa responsabilidad, otros no están preparados para lidiar con ello, hay quien no está dispuesto a no ser una prioridad en la vida de su pareja y, en general, para salir con una persona que tiene hijos hay que ser consciente de que las dinámicas cambian. 

Los hijos dependen de sus padres y eso hace que en muchas ocasiones sea necesario hacer planes a última hora que impidan hacer los que se tenían previstos. Además, los niños enferman y necesitan cuidados, y también necesitan tiempo de calidad con sus progenitores, lo que hace que estos tengan que dividir su tiempo en una parcela más, no pudiendo dedicarlo todo a construir una relación de pareja. 

Entra también en juego el hecho de que la relación entre estos dos adultos pueda verse afectada por la opinión de los niños, si la nueva pareja no les cae bien esto puede generar tensiones. No podemos dejar de señalar que, en el caso de que la cita esté divorciada o separada, siempre tendrá un vínculo con su expareja, con quien comparte la crianza de los hijos y eso es algo que conviene entender. No todo el mundo está dispuesto a aceptar esto (o puede hacerlo a pesar de sus intentos) y por eso la gente con hijos suele contarlo cuanto antes. 

Es cierto que cada vez es más frecuente emplear aplicaciones para buscar el amor, pero en estos casos existen diferentes teorías, según recogen en la revista GQ, los padres solteros no son demasiado partidarios de poner en apps de citas que tienen hijos porque podría atraer a su perfil a la gente no deseada. Por eso, tal vez lo mejor sea contarlo en ese primer encuentro cara a cara, cuando ya la otra persona ha producido una buena impresión, pero antes de sentir que se le está mintiendo. 

La forma de contarlo, una vez más, depende de cada persona y también de las oportunidades que se le presenten durante la conversación. Hay quienes prefieren ser lo más directos posible y decirlo sin tapujos, otras personas prefieren bromear sobre el tema, introduciéndolo de una manera más relaja. Una forma muy habitual de hacerlo es preguntar a la otra persona si tiene hijos, para poder confirmar que en nuestro caso la respuesta es positiva. 

Una vez mencionado el tema, es importante dar una visión optimista de la situación, destacando las cualidades positivas del pequeño, por ejemplo. Si la conversación lo pide, puedes compartir una parcela mayor de tu vida, pero nadie está obligado a contar más de lo que quiere, incluso cuando la otra persona parece exigirlo. 

Una vez revelado que se tienen hijos, conviene prestar atención a la reacción de la otra persona, darle un poco de tiempo para que lo procese y poder ver hacia donde va la relación, si ambas partes están en el mismo punto y si quieren lo mismo. Un rechazo no es el fin del mundo, aunque en ocasiones pueda parecerlo, y hay veces que es mejor que una relación termine antes de que nos impliquemos demasiado, sobre todo si es por temas que no podemos, ni queremos, cambiar. 

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