Dos solteras sienten que se conocen de otra vida en ‘First Dates’: “Me iría de viaje contigo”
Descubre cómo ha sido la conexión sobrenatural que han sentido Irene y Áurea en el programa
El mayor hobby de Áurea e Irene es “hacer el tonto”
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Áurea ligaba mucho cuando era estudiante, pero ahora la cosa está un poco peor “la edad me está pasando factura”. Es veterinaria y trabaja en una empresa de gallinas “me vuelvo un poco loca con tanto cacareo todo el día”. Lleva dos años sola, pero no ha sido una monjita. Le gustaría que su cita en ‘First Dates’ sea una chica cariñosa, alegre y con una filosofía positiva.
A Irene, su cita, le gustan las lesbianas canis y las futbolistas. Al ver a Áurea, ha visto a una chica muy mona, pero no a su prototipo de chica. Ella también ha visto a una chica muy mona y le ha contado que trabajaba de veterinaria. Irene nunca ha estado con una veterinaria, pero tiene un gato y siempre la puede llamar si se pone malo.
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Mientras esperaban la cena, Irene le ha contado que ella era psicóloga y que además de trabajar, estaba preparándose unas oposiciones. Áurea también se planteó presentarse a alguna oposición, pero cuando acabó la carrera decidió que no quería volver a coger un libro en su vida. Eso sí, le ha dicho que veía muy necesaria su profesión y que le gustaba que cada vez se visibilizaran más los problemas mentales.
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Hablando de relaciones, Irene le ha dicho que ella siempre dice que ha tenido una relación y media “la media un amor de Erasmus”. Estuvo con un chico alemán y cuando regresó a España comenzó a sentir que le gustaban las chicas. A Áurea le pasó algo así y no ha negado que los hombres le siguen gustando, pero no los ve como una posible pareja. Respecto a las relaciones abierta, Áurea le ha dicho que ella sería como el perro del hortelano “es muy bonito decirlo, pero luego…”.
Irene le ha contado a su cita que no tenía un hobby concreto, que iba al gimnasio y que, sobre todo, le gustaba hacer el tonto con sus amigos. A Áurea también le encanta hacer el tonto 24x7 y parece que podrían pasárselo muy bien juntas una noche de fiesta. Ambas han sentido que se conocían de otra vida y que podrían irse de viaje juntas en ese mismo momento “la impulsividad de las bolleras”.
Se han dicho que sí a una segunda cita, se han confesado que se habían gustado y se han ido directas a tomar unos vinos. Lo que no sabemos si saldrán de la cita con destino para su primer viaje juntas o no.