No se calla ante un comentario sexista de su cita de ‘First Dates’ sobre las mujeres

Eli le da mucha importancia al estatus “hay que saber vivir bien y poder vivir bien”. Nada más llegar, se ha hecho una foto con Sobera porque a su madre le encanta y es el único programa que ven juntas. Lleva diez años sin presentarle a sus intentos de pareja porque es consciente de que ninguno la hubiera gustado. Se quedó viuda muy joven de un hombre con el que se casó a los 18 años, tuvo su primer hijo con 22 y con el que formaba “una pareja casi perfecta”. Le pide a su cita en ‘First Dates’ altura y modales de caballero a la antigua “el hombre que me gusta a mí es tipo Bertín Osborne en la altura y las aficiones”.

Kiko, su cita, habla más que piensa y tiene la sensación de que despista y sorprende a la gente. Al verle, Eli lo ha tenido claro “viejo prematuro”. Los dos son de la zona de Barcelona, pero rápidamente se han quedado sin conversación. Eli no podía creer que con el poco pelo que tenía, se lo peinara hacía delante “necesita una asesora de imagen”.

La cena entre Kiko y Eli comienza con incómodos silencios

La cena ha comenzado con bastantes silencios, pero Eli ha intentado sacar algún tema de conversación. Kiko le ha dicho que no hacía mucho deporte y que no sabía manejar la raqueta, que a ella sí le gusta “practico pádel y tenis”. En el tema de las relaciones, él le ha dicho que le gustaba ir evolucionando y que había tenido varias relaciones “no sé si por suerte o por desgracia”. Ella le ha contado que solo había estado con su marido y que después, ningún hombre había alcanzado sus expectativas. Un testimonio que a Kiko le ha hecho pensar que su cita seguía enamorada de su marido.

Al saber que Kiko era abogado, Eli se ha llevado una alegría porque era su asignatura pendiente y había pedido que su cita hubiera estudiado derecho. La cita ha comenzado a fluir, y al ver que ella se reía, Kiko ha sentido que igual podía ir a verla a su pueblo porque ella no trabajaba y tenía mucho tiempo libre. Kiko es mucho de contar chistes y Eli no soporta ni los musicales ni las aglomeraciones.

Eli le ha contado a su cita que le gustaba conducir, pero que ella no conducía como una mujer y le ha soltado un “las mujeres conducen fatal”. A Kiko no le ha gustado escucharla “ese comentario es sexista” y le ha dicho que eso no era cierto, y que también había hombres que conducían fatal. Ella ha querido saber qué coche tenía y al saber que conducía un Toyota, le ha calificado de “básico”.

Kiko no acepta las calabazas de Eli: “Volveremos a tener una cita”

Cuando ha venido la cuenta, Kiko le ha propuesto pagar a la catalana “20€ cada uno” y ella se ha quedado “muerta, espero que en la primera cita pague el hombre, lo encuentro básico”. En el momento de la decisión final, Eli le ha dicho que había sentido lo necesario para repetir y le ha aconsejado que modificara su corte de pelo. A Kiko le ha parecido estupendo “yo me corto el pelo como tú quieras, no hay problema” y le ha dejado claro que, aunque le haya dicho que no, tiene claro que volverán a tener una segunda cita.