Ainhoa y Kris hacen match y se dan su primer beso húmedo en ‘First Dates’

Ainhoa es una mujer muy intensa y se enamora con mucha facilidad “para vivir con miedo…”. Se define como una chica extrovertida, cabezona, con carácter y que sabe lo que no quiere “no quiero indecisión, me cansa tirar del carro”. La gente se piensa que soy más borde de lo que es, pero realmente es una nena que quiere pasárselo bien. Según le ha contado a Carlos Sobera, valora mucho la sinceridad, el cariño, el sexo, la amistada y la confianza. Su relación ideal tendría que tener componentes de anarquía relacional.

Kris, su cita, se define como una mujer radical “lo suelo ver todo bastante blanco o negro”. Al ver a Ainhoa ha visto a una chica muy mona y la atracción ha sido correspondida. A ella le han gustado sus tatuajes y su color de pelo. Las dos han coincidido en que son camareras de noche y que tienen mucho carácter “si trabajas de noche, no te queda otra”.

Las solteras se han gustado y la cena ha comenzado con ganas. Kris ha querido saber qué hacía Ainhoa en ‘First Dates’ y ella le ha contado que le gustaba mucho conocer gente, y que sentía que era una experiencia muy guay. Kris estaba muy nerviosa y le ha confesado que llevaba una semana muy nerviosa porque no sabía ni qué ponerse. Ainhoa ha sentido que era una chica con estilo, pero Kris le ha confesado que siempre iba con vaqueros.

Ainhoa le ha confesado que era una chula, que le flipaba la ropa y que, si tuviera dinero, tendría “cinco vestuarios en mi casa”. A Kris le ha gustado su rollo y han coincidido en que hoy en día tienes que hacer de todo, ser divina y encima, no tener problemas mentales “bueno sí, solo un poquito de ansiedad”.

En el amor, las dos han coincidido en que no son monógamas y aunque tengan momentos de exclusividad, las dos han tenido claro que necesitaban la libertad de poder hacer lo que quieran.

En el reservado, las solteras se han dejado llevar y se han dado su primer beso húmedo. Las dos estaban encantadas de haberse conocido y han sentido que era la mejor cita que habían tenido en mucho tiempo. Una sensación que han confirmado en el momento de la decisión final, diciéndose que sí a una segunda cita y saliendo directas a tomarse un vermut.