Red flags, orange flags y green flags: ¿qué significan y cómo detectarlas?

Quienes buscan una relación tienden a conocer a varias personas, buscan una conexión especial que les indique que merece la pena seguir descubriendo cómo es la persona que tienen delante, con sus pros y sus contras, y eso requiere tiempo, citas y mucha comunicación

La atracción del primer momento puede esfumarse si, tras saber un poco más de la otra persona, comenzamos a ver cosas que no nos convencen. También puede suceder todo lo contrario, una persona con quien la conexión ha sido normal puede convertirse en un gran amor al conocer su forma de ser y de actuar un poco más. 

Mientras nos conocemos suele haber indicios o señales que nos pueden indicar si la persona que tenemos enfrente es adecuada para nosotros, esas señales de alerta pueden decirnos que lo mejor es huir, como sucede con las llamadas red flags, pero también hay otro tipo de señales que no conviene dejar pasar de largo, porque pueden señalar que estamos ante alguien que merece la pena. 

Red flags, qué son y cómo detectarlas

Red flag es una expresión que se emplea para aunar todas esas señales de alarma que nos hacen darnos cuenta de que existen comportamientos o actitudes en una persona que no nos conviene pasar por alto porque no son beneficiosos para nosotros. Pueden ser pequeños detalles o grandes gestos, pero todos ellos señalan que esa persona no nos conviene. 

Este ‘red flag’ hace referencia a las tradicionales banderas rojas que indican peligro y, del mismo modo que sucede con ellas, tampoco conviene ignorar las ‘red flag’ cuando las localizamos en nuestra cita, porque podrían marcar una gran diferencia en nuestras relaciones, ya que podrían ser señal de que esa persona no encaja con nuestra manera de ser, de pensar o de ver el mundo, pero también podrían ser un aviso de que su comportamiento es tóxico. 

En ocasiones estas ‘red flags’ pueden verse desde la primera cita, pero otras veces son necesarios algunos encuentros más para darnos cuenta de todo, también conviene señalar que, lo que para una persona es una evidente señal de alarma y que le hace querer terminar la relación, no tiene por qué serlo para otra, aunque hay algunas que son universales. 

Este último es el caso de aquellas personas que tienen comportamientos violentos, muestran celos obsesivos o en los que se ve una tendencia al abuso, señales claras de que lo mejor es alejarse cuanto antes. Así sucede cuando una persona no es honesta o carece de empatía, si no respeta tu tiempo o intenta aislarte de tu entorno, si no respeta tus límites o intenta manipularte. 

En otros casos no está tan claro qué puede suponer una alarma, y de hecho cada persona puede tener sus propias red flags que no quiere dejar pasar, y por eso conviene estar pendiente para poder reconocerlas en la otra persona si están ahí. Este es el caso de detalles como tratar de mala manera a los camareros, hablar en exceso de su expareja, que desprecie tus gustos o aficiones o que intente imponer su estilo de vida. 

Orange flags y green flags

En el otro extremo encontramos las ‘green flags’ o banderas verdes, esas que nos indican que podemos estar con esa persona porque estamos en un lugar seguro. Su manera de ser y comportarse encaja con la nuestra y nos ayuda a sentirnos seguros y ser nosotros mismos. 

Si respeta tus límites, te hace sentir cómodo y a su lado puedes ser tú mismo, si lo que hace refleja lo que dice, comprende tus puntos de vista y los respeta (incluso cuando no los comparte), se muestra respetuoso con tus deseos y necesidades… es decir, que encuentras en esa persona señales de que se puede construir a su lado una relación sana y positiva. Esos detalles que te hacen pensar que ‘ahí sí es’. 

Por supuesto, esto sucedería de esta manera en un mundo sencillo en el que no existieran las tonalidades de grises, porque en este existen también las ‘orange flags’ o banderas naranjas, ese color que en los semáforos indica precaución y en este caso también porque hace referencia a todas esas señales con potencial de convertirse en una red flag

Estas señales conviene estudiarlas a lo largo del tiempo para ver si se convierten en una señal de alerta o se quedan en algo con lo que podemos vivir o que incluso nos hace feliz, porque no suelen permanecer naranjas demasiado tiempo, siempre se decantan hacia un lado o hacia el contrario.