Una soltera da calabazas a su pretendiente millonario en mitad de su cita en ‘First Dates’
Descubre la reacción de María al ver que su pretendiente se cuela en su cita con José
María, de 86 años, deja las cosas claras a su cita de ‘First Dates’ en terreno sexual: “Estamos ya de baja, ¿No?”
La tierna cita de dos solteros de ‘First Dates’ que no se quedan solo con un físico
María ha entrado en ‘First Dates’ muy nerviosa y guapa. Se ha definido como una mujer autodidacta porque su padre era pastor y en aquella época no había autobuses para llevar a los niños al colegio. Le gustaría que su cita fuera un hombre cariñoso, que sepa bailar “yo he bailado mucho”. Lleva sola 8 años y le gustaría tener compañía porque la soledad es muy mala. Eso sí, quiere a un hombre aseado porque ella lo primero que hace es ir al cuarto de baño, vestirse y “pintarme el morro”.
José, su cita, ha sido muy sincero “tengo un pronto, que hay que saber aguantarme”. Ha dirigido una empresa de más de 1.200 operarios con una producción de 15.000 pares de zapatos diarios y “por cojones tenía que tener el genio que tengo”. Al verle, María ha sentido que era un poquito gordito “pero eso no tiene remedio, no le vamos a quitar la carne ahora”. Ella es de Valencia y José de un pueblecito cercano a Elche.
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La soltera ha querido saber si a José le gustaba bailar y él le ha dicho que mucho. Él se ha conformado con lo que ha visto “no voy a pedir una Claudia Schiffer, yo no soy Robert Redford”. Eso sí, ha sido un caballero y le ha llevado su bebida hasta la mesa.
José, al saber que su cita es viuda por segunda vez: “A ver si voy a ser yo el siguiente”
José ha comenzado la cena queriendo saber qué buscaba María. Ella le ha dicho que la soledad era muy mala y han coincidido en que los dos estaban a punto de cumplir los 86 años. El soltero lleva 25 años viudos, pero le ha dicho a María que había estado viviendo la vida. El marido de María se murió hace 40 años, después estuvo 25 años con otro hombre, pero también falleció, “se me han muerto los dos”. A José le ha entrado la risa y le ha dicho que le estaba poniendo en un aprieto “a ver si voy a ser yo el siguiente”.
El soltero le ha contado que había corrido mucho mundo, pero lo más lejos que ha ido María ha sido Benidorm. A la soltera le ha gustado que José fuera pensionista como ella “me gusta pobre, me gustan como yo”.
María busca a un pensionista y cuelga el teléfono a su pretendiente millonario
Los dos han coincidido en que vivían de alquiler y José se ha planteado la posibilidad de irse él a su zona, pero la conversación no ha continuado porque a María le ha comenzado a sonar el móvil “yo tengo un pretendiente de Torrente que es rico, y yo le digo ‘búscate a otra mujer y no me llames más’, pero me llama todos los días”. La soltera ha respondido y ha sido muy tajante “Calla por favor, no puedo contestarte. Alá, adiós”.
María ha querido saber dónde le gustaría vivir a José y él le ha dicho que tenía que tener un médico cerca porque había tenido un cáncer y estaba en tratamiento. El soltero no quería engañar a nadie “yo estoy más para allá, que para acá… tengo carrocería, pero el motor lo tengo para el desguace”. A María no le importaría irse a su zona siempre que haya cerca un sitio para ir a bailar.
Los solteros estaban encantados de haberse conocido y en el reservado no han dudado en echarse su primer baile juntos. María y José estaban hasta dispuesto a cambiar de ciudad para estar juntos y hacerse compañía hasta que el cuerpo aguante, pero ella ha quiero dejar un tema claro antes de decirle que sí a una segunda cita “en tema cama, estamos de baja ya, ¿no?”. José ha reído y le ha contestado con un “solo para dormir”.