Un soltero, tras saber que ha ligado a los 91 años: “Yo me animo rápido”
Descubre cómo ha sido la cita de Evaristo y Rosa en ‘First Dates’
Rosa no lo entiende: “Los hombres no salen de casa por la tarde”
Un soltero sorprende a su match de Instagram en ‘First Dates’
Rosa es una mujer muy moderna de 81 años que le gusta la ropa de gente joven. Se define como una mujer sencilla, espontanea y a la que le gusta todo “el cine, el teatro, bailar…”. Es una mujer muy independiente y lleva 14 años sola. Le gustaría que su cita fuera un hombre “simpático, sincero, noble, que me haga reír… Me gustan los hombres limpios, aseaos y normales, no quiero adonis, si es guapo, mejor”.
Evaristo, su cita, es un hombre al que le gusta ir guapo y que siempre sale con su sombrero. Le gusta mucho viajar, las excursiones, conocer sitios… Y le gustaría encontrar a una mujer que le acompañara a conocer el mundo. Al verle, Rosa ha visto a un tipo elegante y le ha gustado mucho que no llevara corbata. Evaristo le ha dicho que era de Guadalajara, pero que llevaba toda la vida en Madrid.
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La cena ha comenzado hablando de sus estados civiles y los dos han coincidido en que estaban viudos. Evaristo le ha contado que tenía 90 años y Rosa ha alucinado porque estaba muy bien. El soltero se encuentra muy bien y su cita le estaba pareciendo una persona muy agradable y con mucha conversación, la cita estaba siendo muy agradable para ambos.
A Rosa no le gusta quedarse en casa: “Los hombres no soléis salir por la tarde”
Rosa ha querido saber qué hacía Evaristo en su día a día y no le ha gustado que él se diera un paseíto por la mañana y por la tarde se quedara en casa. Ella se obliga a salir para ir a la gimnasia o a hacer cualquier cosa porque no se quiere quedar en casa, y le ha dicho que tenía que salir más. Algo que al soltero no le importaría “yo si Rosa quiere, le acompaño a donde quiera”.
Evaristo y Rosa han encontrado a la persona que más o menos esperaban y en el reservado, se han lanzado a la pista de baile. Rosa ha sentido que Evaristo tenía que recuperar la ilusión y que tenía que recuperarla. También le ha asustado un poco que se cansara tan rápido, pero es que los 90 años pesan.
Evaristo se tiene que sentar en mitad del baile: “Los 90 años, pesan”
Ella le ha dicho que sí a una segunda cita, pero con la condición de que no tuviera que tirar mucho de él. “Yo me animo rápido”, le ha respondido él muy contento.