Antes de tener su primera cita a ciegas en ‘First Dates’, Mónica nos ha hablado un poquito de ella y nos ha contado que le encanta sacar a pasear a su perrito por todas las partes del mundo “es mi momento preferido”. Vive en Barcelona, pero es de Estados Unidos y tiene raíces colombianas. Ha venido a Europa a encontrar el amor de su vida, acabar sus estudios y ver con qué le sorprende el destino.
Le gustan los chicos bien vestidos, con carrera “con sus finanzas hechas, hombres hechos y derechos”. Le gustan los hombres con su propia casa, pero que sean humildes y que no presuman de todo lo que tienen. También le encantaría que su cita supiera “cocinar súper rico”…
A Pablo, su cita, le encanta practicar deporte y lleva años haciendo boxeo. Al escuchar su nombre, Mónica ha sentido que la cita iba a ser muy interesante porque su mejor amigo también se llama Pablo. Además, le ha encantado la forma en la que el soltero ha ido caminando hacía ella.
El soltero se ha sorprendido al saber que su cita se consideraba gringa y ha sentido que era una chica muy atractiva. Mónica estaba feliz con el porte de su cita, su forma de estar y su presencia. La cita ha comenzado con ganas, muchas ganas.
Mientras esperaban la cena, Pablo le ha contado que sus padres eran chilenos y que había pasado su vida entre España y Chile, pero que también había vivido en Argentina y en Estados Unidos. Al saberlo, Mónica se ha interesado por su inglés y él no ha dudado en demostrarle su acento. La soltera no había pedido que su cita hablara inglés, pero es algo que le fascinaba.
Mónica se fue a Colombia a estudiar sus orígenes, pero ahora está estudiando dos másteres y se ha hecho couche espiritual porque cree que es muy importante el bienestar interior. A Pablo le ha gustado la personalidad de su cita y no le ha dado importancia a que ella viviera en Hospitalet “no es lo más glamouroso”. Pablo vive al lado de la playa y a ella le ha gustado lo más “para divertirnos y que pueda ver cómo corre mi perrito”.
La soltera le ha contado que su perrito era el más feliz de todos corriendo por la playa de Barcelona y que había viajado con ella por todo el mundo. Pablo le ha contado que tenía 37 años y Mónica ha sentido que aparentaba muchos menos. Él también le ha dicho que parecía una niña de 25 y a ella le ha encantado.
Han hablado de sexo y el soltero le ha dicho que le encantaba el sexo oral “me gusta el 69, que la chica se siente en mi cara y se menée”. A Mónica le ha gustado la idea y no ha podido contener la risa cuando le ha escuchado decir “también me gusta el perrito”, y ha exclamado un “me encanta, me encanta”.
A Mónica le gusta la postura del perrito, pero con ella totalmente tumbada “me gusta sentir la presión” y es que asegura que, aunque es muy delgadita y parece que se va a romper, ella tiene mucho aguante. Pablo estaba notando a Mónica muy delicadita y hablar de estos temas le ha quitado muchas dudas.
Desde que se han conocido, Pablo y Mónica se han olvidado del resto del mundo y en el reservado no han dudado en besarse como si no hubiera nada más. Al soltero le gusta hacer las cosas bien y Mónica ha sentido que le besaba “tierno, sensual, muy rico”.
Pablo ha dicho que sí a una segunda cita con Mónica y ella le ha respondido también con un “Sí”. Ambos quieren explorar y dejarse explorar por el otro, y para ir abriendo boca se han besado apasionadamente antes de dejar el restaurante.