Cada noche en ‘First Dates’ conocemos a solteros completamente opuestos unos de otro y el Día Internacional del Autismo 2024 hemos conocido a dos solteros autistas con muchas ganas de enamorarse y dispuestos a demostrar que son “personas normales”.
Lorea ha venido a ‘First Dates’ con su kit de supervivencia en la mochila. Nos ha contado que no tiene fobia social, pero sí ansiedad social y ha aprendido a lidiar con ello, por lo que prefiere ir con todo por delante y contar lo que le pasa sin tapujos. Según le ha explicado a Carlos Sobera, en su kit de supervivencia lleva “mis cascos de cancelación de ruido, soy autista y tengo hipersensibilidad. También lleva un ansiolítico de emergencia por si sufre una crisis y algunos objetos para poderse poner a jugar cuando se pone nerviosa “los típicos movimientos de los niños autistas que hacen así, yo lo hago con estas cositas y se nota menos”.
Tiene 32 años y hace tan solo un año que le diagnosticaron de autismo “Estaba con una depresión horrible y sin entender por qué todo me costaba tantísimo, y en el momento que me dijeron que era autista fue como un alivio porque fue obtener la respuesta a todas las preguntas que llevaba haciéndome desde que tenía uso de razón”. Lorea le ha explicado a Carlos Sobera que desde ese momento es mucho más feliz y que ha aprendido a aceptar que no es neurotípica y que hay cosas que no tiene que hacer como los que sí lo son “si a la gente le molesta que haga movimientos con las manos o que no le mire a los ojos, es su problema, no el mío”.
A la hora de definirse, Lorena ha vuelto a sorprender a Carlos Sobera “Soy autista, bisexual y no monógama”, y él le ha respondido con un “lo tienes todo”. La vida de la soltera gira entorno a la música y le gustaría que a su cita también le gustara y que pudieran entenderse.
Kike, su cita, es un chico al que le encanta la música y que se mueve por todos los géneros “desde la ópera al hip hop” y es súper fan de Billie Eilish “es mi diosa”. También nos ha contado que es muy friki y le gusta mucho el manga, leer, las series… Al ver a Lorena ha sentido que le molaba mucho su rollo y su cara. Han comenzado hablando de sus tatuajes y haciendo un brindis para romper el hielo.
Ya sentados en la mesa, Kike ha querido saber si era la primera cita a ciegas de Lorea y ella le ha dicho que sí y que si notaba que no le miraba a los ojos que no le diera importancia porque era autista. Él le ha dicho que no había ningún tipo de problema y ha querido saber si debía saber algo más que podía molestarle. El soltero cree que es mejor saber las cosas desde el principio y tratar los temas con naturalidad.
Lorea le ha contado que le costaba mucho comenzar las conversaciones y él le ha dicho que a él todo lo contrario. Han comenzado hablando de manga y han descubierto que les gustaban las mismas series. En el amor, Lorea le ha dicho que ella no se sentía nada cómoda en monogamia y que le gustaba sentirse libre. De hecho, le ha explicado que dónde más cómoda se sentía eran dentro de una anarquía relacional (forma de relacionarse por vínculos, sin etiquetas, sin dependencias y sin jerarquías) y que daba la misma importancia a su familia, que a sus amigos o sus relaciones sexoafectivas.
Kike no ha entendido nada de lo que le ha explicado, pero el término le ha parecido muy guay “pero yo prefiero que me quieran” y es más de relaciones monógamas.
Carlos Sobera ha presentado al rapero Antonio López y Lorea se ha puesto un poco nerviosa porque padece sinestesia (sensación asociada que se produce en una parte del cuerpo por un estímulo aplicado en otra parte de él) y no siempre recibe la música como algo agradable. El rapero ha interpretado el tema ‘Desde mi mirada’ y está dedicada a las personas autistas y sus familias. Lorea se ha emocionado “me ha tocado la patata” y ha tenido que contenerse para no romper a llorar de la emoción en el Día Internacional del Autismo 2024. Kike le ha confesado que él era muy básico “soy un tipo CIS, hetero y blanco”.
A Kike y ha gustado mucho el color de pelo de Lorea y ella le ha hablado de su obsesión por el azul y el violeta. El soltero estaba encantado con la personalidad de su cita y ha flipado al saber que también tocaba la guitarra y el piano. De repente, al soltero le ha entrado la tos y Lorea le ha aconsejado que levantara los brazos y tosiera fuerte “es lo que dice mi hermana”, pero él no se ha mostrado por la labor “no voy a levantar los brazos, tengo los sobacos sudados”.
Los dos han llegado a la decisión final con una gran sonrisa y sin poder contener una risilla floja. Se lo han pasado genial juntos y sus caras dejaban claro que querían seguirse conociendo. De hecho, Lorea estaba sorprendida de todo el tiempo que había conseguido mirar a los ojos a su cita “eso significa que he estado muy cómoda”. Al saber que ella quería repetir cita, el soltero ha dibujado un corazón con sus manos y ha exclamado un ruidito, que a Lorea le ha hecho muchísima gracia.