Diana es una apasionada del body positivity “la belleza está en quererse como una es”. Es modelo curvy, y se define como una chica alegre, extrovertida, luchadora, aventurera… “me apunto a todo”. Ha tenido cuatro relaciones un poco tóxicas “por celos e infidelidades”.
Josh, su cita, es un tipo metalero con pelo largo, pero de estética formalita. Devora cultura de todo tipo “cómic, manga, discos, rarezas…”. Al verle, Diana ha visto a un hombre que no era de su tipo y que vestía muy sport. Él sin embargo, ha visto a una chica muy bonita “unos ojos preciosos”.
En la mesa, Josh le ha regalado una chapa de su canal de Twitch, Fanpiria y Diana se la ha colocado en la solapa por educación. El soltero le ha contado que trabajaba con su padre en una consultoría, pero que era un frikazo y que hacía por Barcelona rutas misteriosas “hicimos dos encierros en el Museo de Cera”. De hecho, le ha contado que había escuchado cosas y ha empezado a conectar con Diana porque ella también cree, y le ha hablado de su experiencia en Belchite.
En el tema amor, Diana le ha contado que le había ido fatal, que había tenido cuatro relaciones, pero que no habían acabado bien. Josh le ha contado que no había tenido nada serio y eso a ella, le ha hecho que pensar. El soltero ha querido saber si Diana había cumplido todas sus fantasías y ella le ha soltado un “sí”, algo que él no parece haber cumplido “conoces esa frase de para defraudar a dos personas, no necesito un trío, ya tengo a mis padres”. El soltero no tiene una actividad sexual muy intensa y ella ha tenido claro que su cita ligar, no ligaba nada de nada.
Los solteros se han animado a bailar en el reservado y se han reído un montón, pero Josh no es un experto en baile y ella ha sentido que quería a un tipo que le supiera bailar una buena bachata. De hecho, ha utilizado la excusa del baile para darle calabazas “en la música no hemos coincidido”. Eso sí, los dos se han tomado las calabazas con mucho humor.