A Raúl no le gusta tirarse flores, pero se siente un poco más culto que la media. Es abogado, pero el traje se lo pone solo de vez en cuando. Tiene cientos de vídeos en Youtube de su música, pero visitas no tiene “no hago música para hacerme famoso, me gusta hacer música para verme un par de veces”. Las mujeres le gustan guapas y en el amor se le puede considerar “un loser, un perdedor en castellano”.
Arantxa, su cita, tiene una parte refinada “de reina”, pero le encanta descalzarse y ser salvaje. Está buscando a un Tarzán que también tenga su punto civilizado “un lado de rey mago”. Estuvo estudiando filosofía, pero la filosofía occidental no le dio las respuestas que buscaba y se fue a la India dónde se convirtió en una monja del yoga. Al ver un vídeo de Raúl, Arantxa ha sentido un chorro de energía y ha querido conocerle con mucha ilusión.
La soltera se ha imaginado un rubio de ojos azules muy cañero y cuando ha visto a Raúl “casi me doy la media vuelta y le digo ‘Obera, invítame a una copa y cuéntame algo de tu vida”.
La cena ha comenzado hablando de los orígenes de Arantxa y ella le ha contado que era mexicana, pero que vivía en Galicia y él le ha hablado de su despacho de abogados. Arantxa ha sentido que le llevaría a comprarse otro traje y una buena colonia porque dinero tenía para ello. Ella le ha hablado de las dudas que tenía sobre su look y ha aprovechado para hablarle de su proceso de vida en la India. Raúl ha alucinado.
Arantxa le ha preguntado cuál era su fecha de nacimiento porque ella hace una especie de ritual maya para adivinar ciertas cosas de la persona. La soltera estuvo casada y tiene una hija, y le ha extrañado que Raúl nunca se hubiera casado ni convivido con nadie “en mi tierra nos llaman mocicos viejos”.
En el reservado, ha comenzado a sonar los Rollings Stone y los solteros se han lanzado a la pista de baile. Raúl estaba encantado y deseando que fuera el primero de muchos bailes juntos, pero ella solo podía pensar en su barba. Tiene fobia a las barbas y no ha dudado en confesarlo en la decisión final. Un motivo que, a él, le ha dejado mudo “la barba se puede quitar”.