Carlos es un tipo extrovertido, alegre, bromista y se suele tomar la vida con mucha alegría. En el amor ha tenido cinco parejas y no se arrepiente de nada. Está buscando a alguien muy compatible con él “viajero, aventurero, que le guste el feminismo, la política…”.
Alejandro, su cita, se define también como un tipo alegre y divertido, pero también reconoce que es un poco cabezota en ciertos aspectos. Al verle, Carlos ha visto a “todo lo contrario que busco físicamente” y ha tenido claro que no era para él “el vello, te gusta o no te gusta”. Alejandro le ha contado que era de Móstoles y que trabajaba de enfermero en la Unidad de Ictus. Él quería ser matrona, pero en el momento de las practicas descubrió que no le gustaba.
La cena ha comenzado hablando de amor, Carlos le ha hablado de sus cinco relaciones y Alejandro le ha contado que había tenido dos relaciones con chicas y una con un chico. A Carlos no le ha importado que Alejandro fuera bisexual y ha escuchado muy atento como la última pareja de Alejandro le rompió el corazón.
Alejandro ha querido saber si le gustaban a Carlos los juegos de mesa y él le ha dicho que sí, pero que también podía cerrar las discotecas, algo que le ha encantado porque él también es así. Carlos le ha hablado de su pasión por la política y de su tendencia de izquierdas con la intención de descubrir si podían tener también ese punto en común y Alejandro le ha dicho que la política que más le había marcado en los últimos tiempos era Mónica García “Creo que lo ha hecho muy bien contra Ayuso”.
En el tema sexual, Alejandro le ha explicado que, para él, el sexo no era muy importante y que le importaba más sentir que un momento de pasión. De hecho, lleva un año de sequía y asegura que la clave para aguantar es “masturbarte cuando te apetece y tener el valor de rechazar a la gente”.
La cita ha funcionado fenomenal y a ambos les ha encantado encontrar a una persona con la que poder hablar y coincidir en tantos temas sin embargo, Carlos ha sido sincero y le ha dicho que él no quería una segunda cita romántica porque no le gustan “los hombres con barba ni con vello”.