David ha venido con una boina verde en la mano y nos ha contado que había sido militar “fue una experiencia de vida para muy bien y para muy mal, fue muy duro y marcó que no me quejara en los siguientes trabajos”. La mili le dejó con ganas de más y se preparó las oposiciones para ser militar de tierra. Le ha contado a Carlos Sobera que después estuvo como chófer de lujo “llevando a estrellas, Woody Allen, Eros Ramazzotti, Estopa…”. De hecho, tiene la sensación de quién no trabaja es porque no quiere “he trabajado hasta en una granja de cerdos”.
En el amor le ha ido fatal “con pelo ligaba más”, pero en las apps no tiene público porque no es muy fotogénico y no consigue likes.
Esther, su cita, no quiere a tipos celosos, narcisistas, egocéntricos ni controladores “eso para otros”. Ha tenido tres relaciones, pero “Cupido iba un poco puesto y no acertó”. Al ver la boina verde de David, le han entrado los calores porque su ex tenía una igual y ha temido que fuera él mismo. Al verle de lejos, ha tenido claro que David era su cita y ha respirado tranquila “bien”. Él ha sentido que sería demasiado casualidad que hubiera sido su ex y la cita ha comenzado bien.
La soltera le ha contado que trabajaba en un despacho de abogados y se ha quedado un poco sorprendida al saber que David acababa de dejar su trabajo como comercial de coches y el lunes comenzaba a montar andamios “igual te fríe una corbata que te plancha un huevo”.
Esther se ha sorprendido con la cantidad de picante que David se ha puesto en el plato y le ha soltado un “no te gusta el picante, ¿no?”. El soltero adora el picante y “tomo tal cantidad de picante que a veces, me pica cuando meo. El culo ya lo damos por hecho”, pero no tiene problemas de estómago “muerte natural a los 46”.
Según iban descubriendo cosas el uno del otro, Esther y David se iban sintiendo cada vez más cómodos y ambos tenían la sensación de haberle gustado al otro. Los dos han tenido claro que “correr es de cobardes” y han alucinado al saber que son “asmáticos y fumadores, muy bien”.
Siguiendo en la línea de humor que habían creado entre los dos, David se la ha jugado, consciente de que Esther le podía dar un buen zasca, y le ha dicho que sí quería repetir. Ella ha intentado hacerse la interesante, pero la realidad es que también estaba deseando conocer al boina verde un poquito mejor.