Manuel ha regresado a ‘First Dates’ después de seis o siete años, pero lleva dos años solo. Según le ha contado a Carlos Sobera ha estado con unas 15 mujeres de todas las nacionalidades “venezolanas, colombianas, marroquíes, japonesas, de África…”, pero está buscando a una mujer “como la que tengo ahora”. A Carlos Sobera le han entrado los sudores fríos, pero Manuel le ha explicado que tenía una amiga con la que quedaba a comer y si luego surgía hacer el amor, lo hacían “yo soy muy fogoso, el urólogo flipa conmigo”.
Isabel, su cita, es una mujer que liga muchísimo y que se ha quedado muerta cuando ha visto a Manuel. A ella le gustan los hombres altos y ha visto “un tapón”.
Los solteros han comenzado la cita hablando de trabajo y Manuel le ha contado que se jubiló a los 52 años porque trabajaba para el estado. Isabel ha querido saber si su cita era franquista porque ella odiaba a los franquistas y a la gente de derechas, pero Manuel le ha dicho que no lo era “he sido del PSOE de antes”. De hecho, le ha contado que a su abuelo le mataron por ser socialista puro.
Isabel también ha querido saber cuántos años tenía su cita y él le ha dicho que se había parado en 70, pero ella no le ha terminado de creer “yo le veo con 75, muy viejo para mí”. En el tema de las relaciones, Manuel le ha dicho que era soltero e Isabel le ha contado que había tenido dos matrimonios y un amigo de la infancia que le había perseguido durante años “pero también se ha muerto el pobrecito”.
En el tema de sexo, han coincidido en que no hay sexo sin pasión y Manuel le ha confesado que él de sexo sabía mucho “me sé todo el abecedario del sexo”. Isabel no se imagina en la cama con él “yo lo aplasto”.
La música ha comenzado a sonar en el salón y Manuel ha comenzado a ponerse nerviosos porque su última cita se estropeó por culpa de sus dos pies izquierdos para el baile. Isabel baila muy bien y ha intentado que Manuel le siguiera el ritmo “un desastre”. Él ha intentado que Isabel no tomara en cuenta sus dotes para el baile, pero no lo ha conseguido. Isabel le ha dicho que no repetiría la cita porque no era su tipo de hombre “no he sentido nada”.