Pau es un tipo que desprende mucho cariño y que siempre está dispuesto a darle un abrazo a cualquiera. Busca a alguien parecida a él “que se ría mucho y tenga buen corazón”.
María, su cita, está acostumbrada a que la gente le diga que pone mala cara, pero es una persona muy sociable y agradable. Al ver a Pau santiguarse al verla, se ha asustado un poco, pero él lo ha hecho por un buen motivo “me ha tocado la lotería”. Eso sí, se ha quedado helado cuando le ha dicho a María que era de Gerona y ella no ha sabido colocarla en el mapa “¿Andalucía?”.
A María le ha parecido admirable que Pau fuera camarero y que le gustara porque ella había sido camarera y “ha sido lo peor que he hecho en mi vida”. Ella está estudiando y trabajando, y él lo ha valorado mucho “creo que es una persona inteligente”.
A Pedro no le ha gustado que María no supiera colocar Gerona en el mapa, pero la verdad es que él no tenía ni idea de dónde estaba Castellón “Castilla La Mancha, Andalucía…”. María le ha explicado que estaba a una hora de Valencia y que, en realidad vivían más o menos cerquita y eso que “los mapas no los lleva nada bien”.
La soltera ha querido que supiera que no se había burlado de él al verle santiguarse y le ha contado que ella también lo hacía. Pedro no sabe si cree o no y ella le ha contado que es más de espiritualidad “una conexión conmigo misma”. Él tiene claro que “si supiéramos qué hay después de la muerte, ¿Qué sentido tendría vivir?” y María se ha sorprendido porque ella piensa lo mismo y “poca gente piensa como yo”.
María ha querido saber más de la personalidad de Pau y él le ha dicho que era un tipo calmado, y amante de los abrazos. De hecho, se han levantado en mitad del salón para darse su primer abrazo. Los dos han coincidido en su pasión por la naturaleza y los ojos de María se han llenado de brillo al saber que Pau soñaba con viajar por Europa en una caravana porque es el mismo sueño que tiene ella. Han hecho match y parece que esto es solo el principio de una relación muy rural.