A Jaime le encanta Disney, pero a su edad ya no espera encontrar a un príncipe Disney. Su gran pasión es viajar, conoce más de 22 países y su sueño es conocer todo el planeta. Ha tenido dos relaciones de cinco años, pero lleva dos años “sin empalmar nada”. Está muy bien soltero, pero si encuentra a alguien que le complemente y con quién ser feliz, “encantadísimo de la vida”.
Wagner, su cita, sí sueña con encontrar a su príncipe encantado. Al ver a Jaime se ha llevado una alegría “impresionante, mucho mejor de lo que pensaba”. Los dos han comenzado la conversación descubriendo que viven en Madrid y hablando de sus profesiones. Wagner le ha contado que tiene su propia peluquería en Brasil, pero que vino de vacaciones a la capital y se enamoró de la ciudad.
La cena ha comenzado hablando de amor y Jaime le ha contado que había estado casado con un hombre brasileño y que hablaba un poquito del idioma. Al soltero le gusta salir, pero su prioridad es viajar y a Wagner le ha encantado saberlo.
Jaime ha querido saber cómo era un día normal de su cita y Wagner le ha explicado que además de trabajar, le gustaba mucho cocinar y que su plato estrella era la lasaña, el preferido de Jaime. Al soltero le encantaría encontrar a una persona con la que se lo pase muy bien y con la que crear un vínculo a largo plazo, más o menos lo mismo que busca Wagner “una relación seria para compartir la vida, tener hijos”.
Jaime no se ha visto “pariendo”, pero sí teniendo hijos y Wagner ha estallado de felicidad “Dios me ha traído al hombre”. Un comentario que a Jaime le ha gustado y le ha ruborizado a partes iguales. Los solteros han compartido sus postres y han planeado cómo sería su próxima cita. Wagner ha tenido claro que le prepararía a Jaime una de sus riquísimas lasañas y él no ha tenido más remedio que aceptar el plan.