Johnny se asusta al saber que su cita de ‘First Dates’ vive en Badalona: “Ese barrio es muy chungo”

  • Johnny es un rebelde y se echa las manos a la cabeza al saber que Inés quiere ser Mosso d´Esquadra: “No puedo con eso”

  • A Johnny tampoco le gusta el cuero ni los juegos con esposas: “¿Me vas a dar con la porra?”

Inés ha venido a ‘First Dates’ con ganas de conocer a alguien y volverse a enamorar. Está estudiando una carrera universitaria y preparándose las oposiciones para ser Mosso d'Esquadra. En el amor ha tenido una relación seria de más de un año y considera que ha tenido buena suerte.

A Johnny, su cita, le encanta colarse en sitios raros y al ver a Inés se ha llevado un buen impacto “iba todo de cuero negro”. Han comenzado la cita hablando de Badalona “un barrio un poco chungo” y Johnny ha bromeado con el ambiente que rodeaba a la soltera de hecho, ha tenido claro que, si llegaban a tener algo, no iba a ir a verla a su zona “no me siento en una zona de confort”.

La cita de Inés y Johnny no ha empezado bien, y al saber que Inés se estaba preparando para ser Mosso d´Esquadra, la cosa ha ido a peor “no me gustan nada las autoridades, no hacen nada bien”. Ella se ha sorprendido y ha dicho que si le paraban era por algo, pero Johnny lo tenía muy claro “no puedo con ello”. De hecho, le ha contado una anécdota que le sucedió cuando bajaba de Andorra sin tener la ITV pasada.

En el amor, Johnny le ha contado que había tenido tres relaciones y que la primera era una persona muy tóxica, algo que él asegura no ser en absoluto “Solo con la policía de la DGT”. Siguiendo con su conversación sarcástica, el soltero le ha dicho que tenía cara de azafata y ella ha sentido que él era “muy hippie” e incluso, ha sentido que “va un poco de chulo, pero es un poco coraza”.

En el reservado han hablado de sexo y han vuelto a descubrir que no tenían mucho en común. Ella ha sentido que la disfrazaría de policía en una noche de pasión, pero Johny ha vuelto a dejarle claro que a él el rollito esposas y que le aten, no le molaba nada de nada. Incluso, le ha soltado un “no me des con la porra”.

Los solteros se lo han pasado genial y se han reído muchísimo, pero el punto rebelde de él ha hecho imposible que quisieran repetir la cita.