Chioma está convencida de que no somos dueños de nada en esta vida y que tenemos que aceptar que no te vas a llevar nada “para que no duela tanto”. Es una persona tranquila, espiritual y con fe en las personas. Siente que el mundo va a mejor “cuando vas a ganar, sientes que vas a peor”. Tiene sueños premonitorios y en ocasiones ha visto a sus futuras parejas.
Eneko, su cita, viaja alrededor del mundo para proteger sus proyectos empresariales relacionados con el mundo de los sueños, la protección de la ecología y la creación de nuevos materiales no contaminantes. Al verle, Chioma se ha decepcionado porque esperaba a un hombre mucho más grande. Superado el momento físico, los solteros han comenzado a conocerse hablando de sus lugares de residencia. El soltero le ha contado que estaba viviendo en Ecuador con el objetivo de salvar la selva.
El soltero ha comenzado la cena interesándose por la profesión de Chioma y le ha gustado mucho saber que trabajaba en el ámbito social. También le ha hablado del tema de las energías y se ha definido como “investigadora holística”. Eneko también es un tipo espiritual y le ha hablado de como cambió su vida tras comenzar a meditar y llegar a sentir que se salía de su cuerpo. De hecho, ha llegado a crear una academia para enseñar estas experiencias extracorpóreas y sueños lucidos.
En el tema del amor, Eneko le ha dicho que podría tener pareja, pero que estaba buscando conexiones más profundas y reales, algo que no estaba encontrando en su cita. Cada uno ha pagado su parte de la cena y en el momento de la decisión final Chioma le ha dicho que quería conocerle un poco más, algo que él también quiere, pero no como pareja.