Giulio es un tipo “meticuloso, extrovertido y atrevido”, todos los días le dedica un ratito a sus rastas porque “es algo bastante complejo, es tipo crochet”. Sus pasiones son la moda y el deporte “desde pequeño jugaba con la máquina de coser de mi madre”. Carlos Sobera ha tenido la sensación de que era un auténtico chollo porque también cocina, toca el saxo y el saxofón. Busca a una mujer independiente y con las cosas claras “que sepa dónde quiere llegar”.
Jennifer, su cita, se define como una mujer “inconformista y muy espiritual”. Al verse, los dos han comenzado a sonreír y Giulio ha sentido que le gustaba mucho su rollo, su tono de piel… Matías ha sentido que hacían una pareja espectacular “los veo en el sofá tocándose el pelo el uno al otro”.
La cena ha comenzado hablando de trabajo y Jennifer le ha explicado que está en un proceso de cuidarse así misma y ser madre a tiempo completo “uno de mis objetivos es poder meditar aunque sea cinco minutos”. Giulio la ha escuchado muy atentamente, pero ha tenido claro que lo de meditar no va con él, pero que también es mucho de cuidarse primero a él. Los dos son Capricornio.
En el tema musical, Jennifer le ha dicho que le gustaba la música latina y no ha compartido el rechazo de Giulio hacía el reggaetón, pero ambos han sentido que eso no iba a ser ningún problema. A ella le ha parecido que Giulio no podía estar curado si hacía solo seis meses que había dejado una relación de 11 años, ella lleva más de dos años sin pareja y todavía está sanando sus heridas.
En el reservado, los solteros se han atrevido a bailar un poquito de reggae y Jenifer ha tenido claro que no se iba a quedar con las ganas de que Giulio le enseñara Granada y su pueblito al sur de Italia. Él se ha quedado prendado de sus rastas y ambos han dicho que sí a una segunda cita.