Eugenio es un tipo muy activo, es de Roma, pero lleva ya 20 años en España. Trabaja en una cadena hotelera y viaja mucho. Está cansado de dar tumbos y le gustaría ser padre y formar una familia. Le gustaría conoce a una chica activa, proactiva, alegre y con buenos ojos y pechos, algo en lo que se está fijando ahora mucho.
Kariana, su cita, se ha presentado como una chica muy alegre a la que le gustan viajar y las nuevas experiencias. Está buscando a una relación definitiva para casarse y tener hijos. Al verla, Eugenio se han quedado de piedra “me he quedado frozen” y ha sentido un flechazo directo en el corazón “no me esperaba una chica tan guapa”.
Los solteros se han gustado y han comenzado la cena hablando de gastronomía. A ella le ha parecido muy interesante que Eugenio fuera manager de un hotel y que acabara de regresar de pasar unos meses en Italia. Él le ha contado que había tenido una relación de más de siete años y a Kariana le ha gustado mucho que fuera de relaciones largas.
Ella le ha explicado que sus relaciones se habían terminado por celos e inseguridades “no me han dejado ser yo”. Eugenio ha tenido la sensación de que sus parejas no estarían seguras de sí mismas y que tenían miedo de que una chica tan guapa se fuera con otro hombre. De hecho, no ha dudado en piropearla “no me extraña que seas modelo, eres un ángel”.
Al saber que Eugenio había vivido en varios países y que hablaba 5 idiomas, a Kariana le han entrado ganas de viajar con él por todo el mundo. En el tema de la fiesta no han terminado de coincidir porque a él le gusta mucho salir y ella está en modo más señora, pero los dos se estaban gustando mucho y han comenzado a tontear, y a ponerse nerviosos.
En el reservado, los solteros se han puesto a bailar y a Eugenio le han entrado los calores. El soltero ha alucinado con el movimiento de Kariana “es una diosa, se mueve muy bien”.