José es un apasionado de los poemas de amor. Lleva muchos años solo porque no encuentra lo que realmente quiere “ya no hay gente llana como había antes”. Lleva dos años sin tener sexo, pero ya no lo pasa mal “lo ves desde otro punto de vista”.
Mari José ‘Coca’, su cita, es consciente de que su nombre sorprende. Ha llegado a ‘First Dates’ con mucha energía y le ha gustado que José fuera de Madrid “creo que de joven ha sido guapo, pero no es mi tipo”. Él se ha mostrado muy caballeroso y la cita ha comenzado con ganas.
En la mesa, el soltero ha querido saber cuál era el nombre de su cita porque no lo había memorizado y ella le ha soltado un “Coca, cocaína sin la ina y Coca-cola sin la cola”. Él ha preferido llamarla Mari José, pero ella ha visto demasiado José en la cita “tú José, yo Mari José y si tenemos un hijo le ponemos José también”.
A Coca no le ha gustado nada saber que su cita daba confianza a todo el mundo porque para ella la confianza hay que ganársela. También le ha dicho que ella buscaba a un hombre al que le importara más que su coche y no le ha gustado que él le respondiera con un “que te tenga por delante”.
La cita iba de mal en peor, José le ha dicho que él había sido funcionario y que nunca le había trabajar, algo que ella ha visto como “otro punto en contra, a mí me gusta trabajar”. Incluso, ha llegado a sentir que había sido “funcionario, un vago”. En el amor, José le ha dicho que le habían querido mucho, pero que él no había querido. El soltero se estaba mostrando como un tipo sincero y ella le ha dicho que no le creía “no creo que seas tan sincero como dices”.
En el tema sexual, Coca también ha puesto en duda la capacidad de su cita y le ha dicho que ella necesita sexo diario. El soltero se ha mostrado muy prudente y ha pasado toda la cita sin reaccionar a los continuos zascas de Coca, pero en el momento de la decisión final se ha despachado a gusto.
José ha dicho que sí tendría una segunda cita con Coca, pero que “tiene sus cosas”. Ella ciertamente indignada, le ha dicho que le dijera qué cosas eran y José le ha reprochado que le hubiera llamado vago sin saber lo que él había trabajado o no “una cosa es que no te guste trabajar y otra que seas un vago”. Ella ha intentado salir del apuro diciéndole que si no trabaja está oxidado, pero han saltado chispas porque José le ha dicho que igual estaba más activo que ella porque iba a nadar y al gimnasio “igual tienes oxidado otro músculo”.
La tensión iba aumentando por momentos y Coca no ha tenido más remedio que reconocer que es muy feo opinar de las personas sin saber y sin conocer su historia.