En casa de Diego hay vacas, caballos, manzanos, hacen sidra artesanal… Carlos Sobera ha tenido la sensación de que es un tipo muy observador y él le ha soltado un “como los gatos”. Es repartidor de pizzas, pero no descarta ser detective “ahora que me lo dices, tengo buen ojo para encontrar pistas”. Le gustan las chicas guapas, delgadas “algo acorde conmigo” y femeninas “yo me considero una persona masculina”.
María, su cita, ha regresado a ‘First Dates’ tras haber sentido lo que podemos calificar de autentico flechazo. Al verla cruzar la puerta del restaurante, Diego ha alucinado porque se apuntó al programa para conocer a alguien como ella “es María de Gijón, cocinera”. A ella le ha gustado mucho que fuera asturiano, pero ella ahora está viviendo en el País Vasco.
A María le ha preocupado un poco que su cita fuera repartidor de pizza y ha comenzado la cena averiguando si no tenía otros planes de futuro. Diego le ha dicho que sí, que tenía pensado cambiar, pero que no sabía a qué. Eso sí, le ha propuesto ir juntos a un museo de globos al salir de ‘First Dates’ y le ha ido mostrando que tenían muchas cosas en común.
En el tema sexual, Diego le ha dicho que le excitaban los labios y que le gustaban mucho los besitos. María le ha dicho que su zona erógena era el cuello. Respecto al número de veces que podía tener sexo en una noche, Diego ha dicho que cinco y ella se ha quedado muy sorprendida “¿Cinco veces? ¡Ostras! Yo no le encontrado a nadie”. A Diego le gusta la postura de la cucharita y a María el ha entrado la risa floja.
En el reservado, los solteros han jugado a los dardos y han aprovechado para seducirse con los gestos y las miradas. Los dos estaban encantados de haberse conocido y han salido de 'First Dates' directos al museo que querían visitar juntos.