Fátima ha venido de rojo a ‘First Dates’ porque es una mujer muy pasional. Ha sido profesora, pero ya está jubilada “ya no tengo paciencia para no los niños”. Le gusta mucho viajar, leer y el mundo de la cultura. Busca a una persona inquieta culturalmente “con humor y con amor, busco a un Don Juan Tenorio”.
Julio, su cita, busca a una señora de 60 años y le encantaría encontrar a una mujer que sonrisa y le brillen los ojos. Al saber que era argentino, Fátima ha tenido claro que a ella no le gustan todos los argentinos “me gustan los monitores de surf, de esquí… no me gustan todos los argentinos”. Fátima no ha encontrado en su cita gestos que le resultaran atractivos.
La cena ha comenzado hablando de trabajo, aficiones y gustos, y los solteros han ido descubriendo que tenían muchas cosas en común. Julio hace teatro, es extra en series de televisión, juega al baloncesto, le gusta leer… Un montón de cosas que a Fátima le apasionan, pero que no le han convencido. A ella le gustan los hombres de teatro, pero con más alegría y no se ha creído que el hombre jugara al baloncesto.
Fátima no paraba de preguntarle cosas a su cita, pero siempre acababa sacándole un pero a todo lo que iba escuchando. Eso sí, cuando le ha dicho que ella necesitaba un físico que le gustara, estaba deseando que Julio le respondiera con un “estás divina o que guapa eres”. Algo que él no ha dicho porque no lo sentía, esperaba un físico más juvenil y no lo ha encontrado en el caballo blanco de su cita.
En el reservado, los solteros han continuado hablando de teatro y ella le ha pedido que le hiciera la escena más famosa del Don Juan Tenorio, pero al ver que él no se la sabía, ha terminado ella de rodillas y exclamando eso de “No es verdad ángel de amor…”. Julio ha querido corresponderla con una interpretación y ha representado una mítica escena de El Padrino, una película de culto para él.
Fátima estaba alucinando porque ella no se acordaba de la escena y no le estaba interesando nada lo que su cita le estaba contando “no entiende de lenguaje no verbal, no me interesa nada de lo que me estás contando… ¡Cállate!”. Ella estaba segura de que le iba a dar calabazas a Julio, pero no tenemos claro si se esperaba que fuera algo correspondido.