Manuel es deportista y un fanático de la bicicleta de montaña. Tiene bastante éxito con las mujeres “no me puedo quejar”. Ha tenido cuatro o cinco parejas, pero no termina de encontrar a las personas. Busca a una mujer más joven que él y que sea deportista. Carlos Sobera ha sentido que era un tipo muy moderno y le ha hecho una pregunta “¿Llevas camiseta debajo del jersey?”. Manuel le ha dicho que no “a pelo” y el presentador ha sentido que tenía que ir tomando nota para modernizarse porque le gustaría presentar así.
Matías ha bromeado con Sobera y le ha dicho que cuando quiera se van de compras, pero el presentador ya le ha adelantado que él cuando era joven ya llevaba el jersey a pelo.
Ana, su cita, tiene un carácter muy fuerte y tiene claro que por eso no le aguanta mucha gente. Pero también tiene un carácter muy divertido y es la que anima la fiesta. Ha ligado mucho, pero ahora está más tranquila. Ella ha sentido que Manuel no tenía cuerpo de deportista, pero él si ha visto a una mujer voluptuosa que le gustaba.
La cena ha comenzado con un “he venido para conocerte a ti” y Manuel le ha dicho que buscaba pareja y que no descartaba cambiar de ciudad por amor. A Ana, Manuel no le ha gustado y ha intentado ponerle impedimentos de forma muy sutil. Respecto a lo que buscaban, Ana le ha dejado claro que ella no buscaba a una persona para convivir porque tenía sus hijas “la convivencia lo mata todo, yo voy a mi bola y necesito dormir sola”.
Ana estaba un poco en la cena por estar y cuando han comenzado a hablar de sexo se lo ha tomado con humor. Le ha dicho que ella haría un trío, pero siempre “con dos chicos”, justo lo contrario a lo que quiere hacer Manuel. Respecto a sus fantasías sexuales, Manuel le ha dicho que le gustaría hacer un cambio de roll y que la mujer hiciera el papel de hombre y viceversa. Ana ha asentido con la cabeza, pero no se ha enterado de nada de nada “le he dado por bueno, pero no sé lo que me ha dicho”.
En el reservado, les ha tocado darse un beso con deseo y Manuel se ha lanzado a la piscina. Le ha dado un beso en la boca directamente y ella le ha parado los pies “no sabes dar besos con deseo, has ido directo al morro”. Ella no quería seguirle besando, pero ha continuado el juego y le ha dicho que le gustaba que la besaran en el cuello “le iba a decir en el tobillo, pero se tenía que agachar”.
Manuel estaba convencido de que había triunfado y Ana no estaba siendo clara con él y en lugar de decirle que no le había gustado le ha soltado un “estoy contracturada”. Le ha dicho que podían repetir como amigos, pero que, de momento, no quería nada más.