Sonia es una mujer callejera, pero le gustaría encontrar a alguien que le hiciera cosquillitas viendo una buena serie bajo la mantita. Busca un compañero de vida con quién compartirlo todo. Sabe lo que no quiere y si piensa en lo que quiere, le gustaría conocer a un hombre que le guste la cerveza y sea disfrutón como ella.
Juan José, su cita, es un tipo que asegura ser puro salero y alegría. La cita no ha comenzado muy bien porque Matías le ha ofrecido una cervecita al soltero y él le ha dicho que no bebía alcohol “claro que es un problema, a mí me gusta tomarme mi cervecita y él toma Coca-Cola, y yo la Coca-cola me la tomo con Barceló, no tenemos nada que hacer”. Sin embargo, Juan José se ha quedado un poco parado porque le había gustado todo de Sonia.
El soltero estaba muy nervioso, tanto que se ha olvidado de que tenía dos niñas y a su cita le ha dicho que tenía solo una. De hecho, ha sido ella la que ha tenido que tomar la voz cantante y estarle todo el rato preguntando cosas. Juan José le ha contado que trabajaba en una agencia de viajes que era de su madre que falleció hace unos años y que vivía con su hermana y sus dos sobrinos. Algo que a Sonia le ha escandalizado porque no esperaba que un hombre con una hija, que son dos, no fuera independiente y viviera solo.
Juan José le ha dicho que hace tiempo que probó la cerveza “está buena, pero el sabor, nooo”. Olga ha alucinado y ha querido darle un margen porque ha sentido que estaba muy nervioso. También le ha contado que era muy bueno en la cocina y que ayudaba a su hermana en las tareas domésticas, algo que su cita también le ha horrorizado, él vive en casa y tiene que compartir las tareas “ese es otro motivo por el que cero con Juan José, no hay nada”.
Olga ha querido saber cuáles eran los fallos de su cita en pareja y Juan José ha vuelto a dejarla sin palabras al decirle que él no tenía ninguno “no tiene ningún fallo, olé sus huevos”. El soltero no sabía ni lo que estaba diciendo de los nervios que tenía. Eso sí, antes de dar su decisión final, le ha dicho a Olga que le había dicho que tenía una hija y en realidad tenía dos “no sé ni lo que he dicho”.
Ella estaba impactada, pero Juan José le ha parecido un buen tipo. El físico era lo de menos, pero no le podía dar una segunda cita porque no había encontrado nada que tuvieran en común.