Javier lleva unos tres años muy difíciles. Tras cuarenta años con su pareja, falleció hace tres años “el amor de mi vida y el único”. Tiene rachas, pero está positivo y está intentado superarlo “me quedo con lo positivo y sé que mi madre y él, estén donde estén, me están apoyando”. Tras muchos años se ha vuelto a vivir a Ourense, un lugar del que salió huyendo porque la gente se reía de él.
Francisco, su cita, ha tenido una historia similar a la de Javier “mi pareja se quedó en silla de ruedas hace dos años y yo la estuve cuidando hasta que se murió con 84, lo conocí con 68 y fueron los mejores años de mi vida”. Esta acostumbrado a que le entren chicos jóvenes, pero a él no le gustan, le gustan los hombres mayores.
Los solteros han comenzado la cita hablando de sus lugares de origen y han tenido una primera impresión muy buena “ni guapo ni feo ni viejo ni joven… Normal”. Ya en la mesa, Francisco ha querido saber qué estaba buscando Javier y él le ha dicho que buscaba una amistad antes que nada porque relaciones solo había tenido una.
Francisco ha sentido que estaban los dos muy faltos de cariño y también le ha contado que había estado muy enamorado “lo más bonito que me llevé cuando se murió fue su sonrisa”. Javier es muy sincero y le ha confesado a su cita que le estaba transmitiendo mucha seguridad y confianza.
Javier le ha contado que había sido peluquero toda la vida, pero que llevaba dos años prejubilado por enfermedad. Le detectaron un cáncer de estómago y le han operado ya tres veces, pero por suerte se ha quedado todo en un susto y está fenomenal. Francisco estaba encantado porque sentía que su cita era una persona sincera y buena, pero ha visto un detalle que no le ha gustado nada.
Abusando de la sinceridad, Javier le ha dicho que se había fijado primero en su reloj y luego ya en él porque hace colección, y eso no le ha parecido que estuviera bien “Ha perdido muchos puntos, yo primero me fijo en la cara, en la persona y luego ya en lo que lleva”.
Francisco le ha contado que le gustaba mucho viajar, el cine, la lectura, pasear, la playa, la montaña… Un montón de cosas con las que Javier se ha sentido completamente identificado y le ha dicho que había conseguido relajarle porque había estado a punto de no entrar en ‘First Dates’.
En el momento de la decisión final, Javier ha vuelto a insistir en el tema del reloj y Francisco no ha dudado en mostrarle su desagrado porque no le parecía algo bonito. El soltero le ha dicho que también le había dicho otras cosas y que igual había sido fruto de los nervios. Superado el momento tenso, los dos se han dicho que sí a una segunda cita porque para Francisco eso era solo un pequeño detalle de una persona que le había resultado interesante.