Ernesto ha llegado a ‘First Dates’ con mucha energía y nos ha contado que es santero y cubano. Lleva solo un mes en España y quiere hacer lo mismo que en su país, ser actor y bailarín. Busca a una chica creativa, tener un sello de autenticidad y que sea intensita “que no sea una más del montón”.
Mery Anne, su cita, hace un año que se convirtió al Islam “me gusta conocer un poco de todo”, pero no se siente una musulmana perfecta. Al verla, Ernesto ha sonreído y ha tenido la sensación de que “estoy pinta bueno”. Ella se ha pedido algo sin alcohol de beber y le ha contado que ella no salía de fiesta. Ella ha visto a “un chico muy guapo” y le ha entrado la risilla tonta.
Mientras esperaban la cena, Ernesto le ha contado a Mery Anne que en Cuba es director de una compañía de baile y que también es actor, y que estaba un poco desesperado porque aquí estaba un poco parado. A ella le ha gustado que fuera tan trabajador y le ha contado que ella es divorciada, que solo había tenido una pareja y que ahora también era muy prudente por su religión.
Ernesto se ha sorprendió al saber que su cita era musulmana por decisión propia, pero lo ha respetado y le ha contado que él seguía la religión Yoruba, un tema que ella no conocía y por el que ha mostrado mucho interés.
Mery Anne ha querido saber si Ernesto creía en la amistad entre hombres y mujeres, y al saber que sí, que tiene muchas amigas, ella le ha dicho que su religión se lo prohíbe. El soltero se ha interesado por el resto de cosas que le prohibía su religión, pero ha tenido la sensación de que igual con una segunda cita Mery Anne se podía olvidar de tanta prohibición.
La música ha comenzado a sonar en el restaurante y Ernesto lo ha dado todo. Está acostumbrado a ser el centro de todas las miradas cuando baila y en ‘First Dates’ no iba a ser menos. Mery Anne le estaba mirando encantada y se ha molestado cuando él ha sacado a bailar a una de las gemelas “lo mío es mío y no se toca”, pero al mismo tiempo ha visto en sus bailes una presencia maligna que invita a hacer cosas malas y que no van con su religión.
En el momento de la decisión final, Ernesto le ha dicho que sí a una segunda cita y al ver que ella le daba calabazas porque buscaba a alguien más de su casa con el que casarse en un corto plazo de tiempo, le ha dicho que él estaba convencido de que iba a ser capaz de hacerla cambiar de opinión o incluso que cambiara su religión. Mery Anne ha estado de acuerdo en que “el amor todo lo puede”, pero también de que ella está muy segura de su fe musulmana.