Ricc ha entrado en ‘First Dates’ andando muy despacito y Carlos Sobera ha sentido que tenía andares de modero, y no se ha equivocado. El soltero es modelo desde los 15 años y se convirtió en noticia porque es el primer modelo andrógino latinoamericano. Es no binario y utiliza todos los pronombres, pero “llámenme Ricc”. Ha venido a buscar el amor, pero “si hay un polvito, acepto también”.
Busca a un chico divertido, extrovertido “bergón” o si no puede ser “también puede ser culón” porque tiene claro que el tamaño importa.
A Gustavo, su cita, le gusta mucho el mundo del maquillaje y customizar la ropa. Ha bromeado con que Carlos Sobera fuera su cita, pero se ha presentado a Ricc con ilusión. Le han engañado mucho, pero no renuncia a buscar el amor verdadero.
Al verle, Ricc se ha llevado una alegría, le ha dicho que le gustaba su outfit y han comenzado la cita dejando claros sus pronombres. Los dos han tenido buenas sensaciones y con la ayuda de la picardía de Carlos Sobera han comenzado a coquetear en la misma barra.
La cena ha comenzado hablando de sus lugares de residencia y Gus le ha contado que él compartía piso con un chico, pero que no era su pareja. Ricc le ha hablado de sus primeros pasos en el mundo de las relaciones abiertas, pero no le ha importado que Gus fuera monógamo porque él podía adaptarse a cualquier tipo de relación.
El soltero ha tenido algún que otro problemilla con su pendiente y Gus no ha dudado en ayudarle a colocárselo “es muy difícil estar bonita”. Gus le ha contado que estaba trabajando de cocinero, pero que en Paraguay tenía un negocio de modelaje, outfit y tendencias alternativas, pero que había recibido muchas agresiones por ser una persona LGTBI diferente y que estaba en España como exiliado político.
Ricc lo ha entendido perfectamente y aunque le ha reconocido que aquí las cosas son distintas, le ha dicho que también sucedían cosas y que él había sido agredido en Barcelona “me escupieron en la cara”. Con mucho dolor ha explicado que es necesario que se erradiquen esos comportamientos y que se proteja más a las personas.
En el reservado, les ha tocado darse un beso sexy y acariciar los labios de su cita, y no han dudado en hacerlo. A Gus le ha gustado como besaba Ricc y a él le ha parecido sexy “me ha metido la lengua”. Los dos han tenido claro que había conexión entre ellos y se han ido directos a continuar la cita fuera del restaurante.