El ego acaba con la cita de Frederick y Manuel en ‘First Dates’: “Me esperaba un beso y me he sentido rechazado”
Manuel no quiere besarse en la primera cita: “No hay que regalarse a cualquiera”
Frederick pierde el interés por su cita al ver que no quiere besarle: “Me había dicho que era muy sexual”
Manuel se gasta la mayoría de su sueldo se lo gasta comprando online. Hace mucho deporte y ha cambiado mucho su físico “soy tan cabezón que perdí 30 kilos en tres meses”. Asegura que su vida ha cambiado mucho “cambia como te mira la gente, pero tú sigues siendo gordo por dentro”.
Frederick, su cita, tiene mucho miedo a comprometerse con alguien. Al ver a Manuel ha sentido que era un chico muy mono y rápidamente se han puesto a hablar de sus edades, estudios y de sus lugares de residencia. A Frederick le ha parecido que Toledo de Colmenar Viejo estaban muy lejos, pero Manuel le ha dicho que él venía dos o tres veces a la semana a Madrid.
Al comenzar a cenar, Manuel le ha confesado a su cita que tenía un problema genético con el cilantro y que le sabía a jabón. Eso les ha llevado a hablar de comida y los dos han coincidido en que les gustaba mucho la comida china y las cosas picantes. Frederick ha querido saber si su cita veía series porque a él le gustaban mucho y Manuel le ha dicho que sí, pero que también era mucho de anime.
En el amor, ambos han coincidido en que nunca se han enamorado y que entienden el amor como un proceso químico entre dopamina y oxitocina, y que cuando eso se acaban queda el enamoramiento entre bondades y defectos. Manuel ha sentido que él estaba hablando demasiado y que Frederick solo escuchaba, pero él le ha dicho que le estaba resultando muy interesante escucharle.
Manuel le ha contado que había tenido tres parejas y que estaba buscando una relación con la que poder compartir momentos bonitos. A su anterior pareja le gustaba irse con él de comprar “era mi muñeco, le buscaba el outfit y le vestía”. A Frederick no le importaría que le vistiera, pero sí le ha dicho que nunca había tenido pareja y que se asustaba cuando iba a comenzar algo bonito porque “me gusta lo difícil”.
En el tema sexual, Frederick le ha confesado que era más pasivo y a Manuel le ha parecido estupendo porque él solía ser activo. Eso sí, no han coincidido en el tema del tamaño y sí importa o no. Frederick ha sentido que su cita era un tipo dominante, pero al que le gustaba complacer a su pareja al mismo tiempo.
En el reservado, le ha tocado acariciarse con la lengua y Manuel le ha dejado claro que no le iba a besar, a él no le gusta regalarse y menos en una primera cita. Frederick ha pensado que igual era un juego, pero al ver que le decía que le besara en la mejilla, le ha dejado claro que no le iba a besar en ningún sitio. El joven ha perdido todo el interés que sentía por Manuel y se ha sentido rechazado.
Manuel le ha dicho que quería seguirle conociendo porque tenían muchas cosas en común y ha querido saber por qué Frederick no quería repetir, pero al escuchar sus argumentos ha tenido claro que no era por su culpa y sí por un problema de ego.