Carmen y Antonio son tía y sobrino “mi hermana falleció y él y su hermana son un poquito más especiales”, tiene una buena relación y han decidido venir a buscar el amor juntos a ‘First Dates’. Carmen cree que su sobrino necesita a una mujer que esté por él y que le mime igual que a él le gusta mimar. Es un tipo muy cariñoso y nunca ha sentido ese calor de osito que él necesita.
Antonio tiene claro que su tía se merece a un hombre que la respete y que la cuide, y ella tiene claro que necesita que su pareja sea responsable y trabajador. Pertenece a un club privado de mujeres pin-up.
Roberto, la cita de Carmen, se ha presentado un tipo motero que necesita que su pareja respete su pasión “y si la quiere compartir con nosotros, mejor que mejor”. Le gusta ir elegante y presentable, pero siempre dentro de su estilo, con su cadena, su chupa, sus anillos. Al llegar a la barra y ver a Antonio ha sentido que se habían equivocado en el programa “yo vengo a conocer a chica”.
A pesar del choque inicial, los dos solteros han comenzado a hablar de sus lugares de residencia y Antonio ha pensado que podía ser el tipo perfecto para su tía. Él ha flipado al saber que era el sobrino de su cita, pero le ha dicho que se la iba a cuidar. Cuando ha visto a Carmen ha respirado tranquilo porque era justo lo que él estaba buscando.
Al saber que Antonio vivía en Valencia ha querido saber si le gustaba viajar y él le ha dicho que se pasaba el día subido en su moto. Le ha hablado de su club de moteros y ella lo ha entendido porque también está en un club privado “me esperaba una persona normal para todo el mundo y es una persona normal para mí”. Antonio estaba encantado con ella y con lo que estaba descubriendo “es muy guapa y el rollo que me gusta a mí”.
Carmen ha soltado un “¿Bailas bien reggaetón?” y Antonio ha estado a punto de pedir la cuenta. Ella le ha dicho que era broma y que ella lo más loco que había escuchado era el tema ‘cómeme el donuts’. Los dos han coincidido en que la música más moderna que escuchaban es la de Metálica o ACDC.
Antonio ha conseguido sacarle a Carmen una sonrisa al contarle que sus dos filosofías de vida las había sacado de Disney “Hakuna Matata, sonríe y sé feliz del Rey León y busca lo más vital no más, del Libro de la Selva”.
Carmen le ha confesado a Antonio que llevaba casi cuatro años sin nada de nada y que no tenía hijos. Antonio tiene cuatro hijos y ya es abuelo y todo. En el momento de la decisión final, ella le ha dicho que le había sorprendido gratamente y él se ha hecho el interesante, pero le ha dicho que pensaba igual que ella. Los dos quieren conocerse en sus respectivos ambientes y se han ido directos a quemar Madrid.