En ‘First Dates’ hemos visto muchos tipos de plantones y espantadas, pero algo así no lo habíamos visto nunca. Álex ha aprovechado que su cita se iba al baño para salir corriendo del restaurante y no tener ni que despedirse.
Sandra y Álex se han quedado mudos al conocerse y aunque los nervios podrían haberles jugado una mala pasada, la realidad es otra: a él, ella no le ha gustado nada. Al soltero no le ha gustado el físico de Sandra y ha decidido minimizar sus palabras para no perder el tiempo.
A Sandra le ha resultado muy incomodo que su cita no articulara palabra y que tuviera que ser ella la que sacara todos los temas de conversación, y que él se limitara a contestarle con desgana. A ella, él tampoco le había gustado, pero sentía que las personas se merecen una oportunidad y que por educación tenían que intentar conocerse.
La cita no iba a ningún sitio y ella ha querido saber qué le había parecido, momento que Álex ha utilizado para contarle que no le había gustado físicamente y que él necesita atracción para enamorarse. Sandra le ha dicho que ella tampoco sentía atracción.
Ella ha ido al baño para llamar a su madre y contarle que la cita no estaba funcionando, y él ha aprovechado que no estaba para llamar a Cristina y decirle que estaba incómodo y que se quería marchar. La camarera le ha acompañado hasta la puerta, pero le ha explicado que igual debería despedirse de su cita, algo que no ha visto necesario “nos conocemos de diez minutos, no le va a importar”.
Al regresar a la mesa, Sandra ha alucinado al ver que le habían dado plantón y con los ojos vidriosos ha explicado que nunca la habían dejado tirada así en una cita y que, aunque los dos supieran que no se gustaban, tendría que haberse quedado por educación o haberse despedido. La soltera se ha quedado helado y después muy disgustada por la mala educación de Álex.