Ana Zuleima es una mujer feliz a la que le gusta disfrutar la vida. Es pura energía y no ha parado ni un segundo desde que ha entrado en ‘First Dates’. Le ha contado a Carlos Sobera que había estado dos años seguidos en el Carnaval de Río de Janeiro y ha conseguido poner a todo el equipo a bailar samba “Carlos lo intentó, pero tengo que revisarle la ciática”.
Antonio, su cita, lleva 30 años en el gimnasio y lleva todo ese tiempo comiendo arroz cocido. Al verle, a Ana le ha entrado por los ojos porque se ve que se cuida. Él se ha interesado por sus orígenes y ella ha querido saber si le gustaba el baile. Zuleima le ha contado que era medio española y ha alucinado al saber que sí le gustaba bailar. La cita ha comenzado muy bien.
Los solteros han comenzado la cena piropeándose sus ojos y ella le ha confesado que sus ojos se ponían verdes cuando estaba muy enfadada “corre, corre”. Ana Zuleima me ha contado que ella era un aloca del deporte y nos ha contado todo lo que había estudiado sobre el tema. Él está acostumbrado a chicas más jóvenes que él y con un físico más trabajado.
Ana ha sentido que su cita ligaba mucho, pero a él le ha parecido feo decirle que sí y le ha mentido un poquito. Él le ha dado la razón en que no todo lo que brilla es bonito, pero el físico de Ana no le ha gustado “es muy ancha para mí”. Ella le ha contado que no era celosa y eso a él le ha gustado porque había tenido una mala experiencia.
A la hora del postre, Antonio se ha cortado y le ha contado que llevaba toda la vida a dieta. Ana también, pero él ha tenido la sensación de que no iba a volverse a poner a dieta. Ella estaba encantada y le ha demostrado que a su lado no se iba a aburrir, pero él se ha quedado en la barrera del físico y le ha dicho que no a pasar otro Carnaval juntos.