Marina se define como una chica mona, divertida y con mucho por vivir. En el amor le ha ido bien, pero últimamente mal “mucha cita Tinder, en Madrid me está costando conocer gente”. Le gustan los chicos deportistas, divertidos y con las cosas claras porque ella cree que las tiene “busco una relación”.
Sebastián, su cita, es economista y aficionado al anime, al manga, le gusta cocinar, hacer deporte… Al ver a Marina, le ha gustado mucho y le ha contado que era de Venezuela y que llevaba tres años en Madrid. Ella ha visto a un chico con cara de buena persona, pero muy bajito y un poco mayor para ella.
Los solteros han comenzado la cita hablando de sus aficiones y Marina le ha dicho que le encantaba leer, el cine, las series… Respecto a su género favorito, ella le ha dicho que le gustaban los thrillers y él es más de películas de terror, y el manga.
Sebastián le ha dicho que buscaba a alguien con quien compartir y que no le importaba que no compartieran todos los gustos. Ella ha querido saber si le gustaba la fiesta y Sebastián le ha dicho que solo de vez en cuando, algo que también ha echado para atrás a la joven, quién se considera “bastante cachonda” y no le parecía que su cita fuera muy divertido.
Cuando Sebastián le ha preguntado que qué estaba buscando, ella le ha dicho que era una chica muy alegre y que buscaba una relación, pero con calma porque sabe muy bien lo que quiere. Se suele entregar mucho en una pareja y eso la desgasta demasiado por lo que no quiere que se repita.
Sebastián estaba encantado con Marina, era lo que estaba buscando y le hubiera gustado repetir, pero ella le ha dicho que le gustaba mucho lo que le había contado, pero que le había faltado feeling. En realidad, le ha visto demasiado buen chico para ella “igual es lo que me convendría, pero no”.