Diego tiene la sensación de que liga mucho más cuando tiene pareja “suben los seguidores en Instagram, en la discoteca todas las chicas te hablan…”. Es asturiano, pero vino a Madrid porque es jugador de balonmano. Ahora está en busca de club, pero está buscando para volver a la acción la próxima temporada. Es un tipo muy ñoño y sus relaciones han sido muy intensos “soy el típico que llega un día a tu casa con flores y bombones”. Una de sus mejores citas sería ir a entrenar con su pareja.
Lucía, su cita, siente que en el amor hay sido muy desafortunada “no pasa nada, solo puede ir a mejor”. Al verla, Carlos Sobera se ha sorprendido con su cambio de look porque se la esperaba con el pelo largo. Al ver a Diego ha sentido que no iban a tener muchas cosas en común, pero cuando han empezado a hablar, se ha sorprendido. Él estudia fisioterapia, ella ciencias del deporte, él juego al balonmano y ella al baloncesto, deporte que a él le encanta. La cita ha comenzado muy bien.
La soltera ha comenzado la cena interesándose por la afición al deporte de Diego y él le ha dicho que hacía balonmano, pero que había practicado todo tipo de deportes. Para él es algo fundamental en su vida y no entiende la vida sin deporte “busco un cuerpo con fuerza, potencia y velocidad, ser una máquina”. A ella le ha gustado mucho porque es de la misma filosofía y le ha contado que estaba muy picada con la escalada.
A Diego le flipa también la escalada “desde pequeño, mi padre hace escalada y quiero subir con él el Naranjo de Bulnes”. En el amor, Lucía le ha dicho que no había tenido ninguna relación y que había tenido muy malas experiencias “ghosting y con cosas esas…”. De hecho, ha querido saber si él lo había hecho y se ha encontrado con un sí.
Diego ha querido saber si su cita hablaba inglés porque él no lo dominaba al máximo y se ha asustado al saber que también hablaba en francés y que estaba viviendo en el país vecino. Él estaba muy contento porque Lucía era una chica muy guapa y maja, pero lo de la distancia “lo tengo que pensar, la verdad”.
En el reservado, los jóvenes han bailado una bachata y Diego ha alucinado porque Lucía tenia su cosilla. La joven le ha gustado mucho y él a ella, pero ha sido sincero y le ha confesado que la distancia le quitaba las ganas “podemos seguir hablando como amigos y si surge, surge”.