Alejandro es Alejandro “y ya está, pero el mundo te recuerda que eres una persona negra, colombiana y gay”. Es un tipo muy divertido, estudia y le gusta mucho investigar. El baile es su punto fuerte y en el amor, no le ha ido mal, pero no ha tenido relaciones muy largas. En el amor busca encontrar a alguien con quién sentirse “muy yo” porque puede hablar de temas muy transcendentales, pero siempre con humor.
Guillermo, su cita, es un tipo divertido y con un sentido del humor muy negro. Es muy sexual y uno de sus fetiches es que le coman los pies. Al verle, Alejandro ha dibujado una sonrisa en su cara y Matías se ha dado cuenta. Alejandro le ha contado que había estado en su país, Chile y le ha dicho que él era de Colombia.
Los solteros han comenzado la cita hablando de sus lugares de residencia y de los años que llevaban en España. Al saber que Guillermo había vivido en Dublín, lugar en el que tuvo su última relación, ha querido saber si mantenía relación con él o si era de las personas que rompían cualquier tipo de relación. Guillermo le ha contado que él es un poco radical en eso y no han estado de acuerdo.
En el tema de las relaciones, Alejandro le ha dicho que él no veía mal las relaciones abiertas y Guillermo, le ha dicho que él estaba en contra porque él había sido el tercero en una “cierro la puerta completamente”. En la práctica parecían muy compatibles, pero la cita se ha ido torciendo y se han olvidado hasta de sus nombres.
Alejandro y Guillermo no han congeniado ni al ritmo de la música, uno ha sentido que al otro le faltaba ritmo y el otro que estaba muy cortado. La realidad, es que Alejandro no le ha gustado físicamente a Guillermo y eso ha marcado toda la cena. Alejandro si parecía dispuesto a una amistad, pero su cita lo tenía muy claro.