Beni se define como una persona soñadora, espiritual, aventurera, a la que le gustan los animales y con muchas ganas de vivir. Lleva casi dos años sola y asegura haber hecho su duelo y haber sacado muchas conclusiones. Se quedó viuda e intentó buscar una salida para resurgir y seguir viviendo “creo en el amor, en la amistad y quiero seguir hacía delante”. Le gustan los chicos tranquilos “que sean normales” y que le entren un poquito por los ojos.
Jesús, su cita, ha venido con una cajita de bombones hechos a mano para ella y a Beni le ha gustado mucho. Los dos son catalanes y viven relativamente cerquita. Mientras probaba un bombón, Beni ha querido saber qué buscaba su cita y Jesús le ha dicho que afinidad y sobre todo, a una persona que no mintiera.
El soltero se ha interesado por las aficiones de Beni y ella le ha contado que era muy aventurera “me quedé viuda y me fui a Costa Rica a hacer un voluntariado de animales”. También le ha dicho que le gustaba mucho el senderismo, pero que ella hacía montaña y caminatas de más de 20 kilómetros. Jesús ha sentido que podían ser compatibles porque él era motero y eso también era una aventura, pero Beni le ha dejado ver muy educadamente que las motos le daban respeto y que no sabía si andando le iba a seguir el ritmo.
Jesús le ha contado que se divorció hace 22 años y que no había vuelto a rehacer su vida. A Celia le ha parecido raro, pero él le ha dicho que seguía creyendo en el amor y que era un tipo muy espiritual, descubriendo que ella también lo era “hago Reiki y reflexología”.
En el reservado, los solteros han bailado una bachata y Chus le ha confesado a su cita que le estaba gustando mucho. Ella ha intentado ser correcta y le ha asegurado que era un tipo muy agradable, pero no estaba sintiendo la atracción física que esperaba y no ha dudado en decírselo. Eso sí, le ha dado un fuerte abrazo y le ha deseado que encuentre a la mujer que busca “te lo mereces”.