Marc siente que es un tipo atractivo, se llama guapo ante el espejo y comienza cada día con mucha energía. Es un tipo muy feliz, se toma la vida de forma positiva y siente que la gente que piensa que está loco “no me conoce”. Es relaciones publicas de discotecas y restaurantes, y está estudiando para ser cocinero. Es un poquito hiperactivo, está medicado y practica yoga y meditación para estar más tranquilo. La música es su pasión y le ha demostrado a Carlos Sobera su voz de tenor.
Rocío, su cita, es una mujer que solo tiene amigos porque siente que los hombres “no son competencia ni te critican”. Siguiendo el consejo de Sobera, Marc la ha recibido cantando el tema ‘Somos novios’. Ella es ha quedado un poco en shock, pero le ha gustado el detalle. Él ha tomado la iniciativo y ha comenzado a contarle a qué se dedicaba, y a interesarse por su lugar de origen. Marc estaba encantado, pero ella ha sentido que físicamente el soltero no le gustaba.
Al saber que a Rocío le gustaba vivir en pueblos pequeños, él le ha dicho que Mérida le iba a encantar “es muy pequeñita, todos nos conocemos, tenemos el Mercadona, Spares y Días, tenemos el centro comercial con cines…”.
Con mucha ilusión, Marc ha comenzado la cita contándole a Rocío que tenía 40 años y preguntándole por su profesión. Ella trabaja cuidando a una persona mayor y está muy contenta porque viaja mucho, y eso a ella, le encanta. Marc le ha dicho que él no había tenido tiempo de sacarse el carnet de conducir y que le iba a tener que llevar ella. Rocío estaba muy contenta porque sentía que su cita era un tipo con el que no te aburrías y siempre te sacaba una sonrisa.
Marc ha querido saber si su cita tenía hijos y le ha expresado su deseo de ser padre “tener un min Marc”. Ella todavía no se siente en el momento adecuado, pero le ha seguido el juego al soltero. Marc estaba feliz y al saber que a Rocío también le gustaba la bicicleta le ha soltado un “cuando nos casemos tú me llamas cuando te canses y yo voy a buscarte”. Ella le ha dicho que iba un poco rápido y no ha sabido muy bien como reaccionar, pero él le ha dejado claro que la vida era un juego y que había que vivirla.
En el reservado, el azar ha querido que se besaran como si no hubiera un mañana, pero Rocío no se ha mostrado muy conforme. A Marc no le ha importado “el beso no me lo llevo, pero sí la satisfacción de haber estado aquí con ella”. El soltero le ha dicho que iba a ir a verla a Murcia y ella le ha dicho que estaba invitado, pero como amigos porque no había sentido lo que necesitaba para algo más.